Capítulo 33

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Pete.

El hombre soltó un jadeo. Me mantuve imperturbable. Me acerco a él lentamente escaneando su rostro lleno de sorpresa, supongo que creyó que al no decirme nada su muerte sería más rápida. Demonios, le esperaba todo menos una muerte rápida.

—Dejémonos de tonterías, habla de una vez. — ordené con fastidio. —Dime quién les pasa la información sobre mis cargas.

—No voy a decir nada, Khun Pete.

—Hombres más duros que tú han dicho lo mismo y, sin embargo, me han terminado revelando todos sus secretos. Además, nunca has visto lo que le hacemos a los traidores en nuestro mundo.

—No soy como esos hombres, yo nunca me vendería. —responde John—No importa lo que me haga, no le diré una sola palabra. Tendrá que buscar otra fuente de información.

—Eres valiente. —halago— Eres el segundo hombre que está en esta situación, el anterior respondió lo mismo y fue encontrado muerto... Sin dedos, ni dientes. Si te han dicho que la tortura es mi especialidad, ¿no?

La sorpresa se hizo visible en sus ojos. Haber torturado y asesinado a ese hombre fue una de las mejores experiencias de mi vida. Le hice un gesto a Big con la mano para que me acercara las pinzas. Cuando estuvieron en mis manos las coloco cerca del rostro del hombre, él traga saliva. Bien, no obtendré lo que deseo, pero al menos iba a divertirme un poco.

Tomo con fuerza su mandíbula obligándola a abrirse, John trata de evitarlo, pero atado con cadenas en sus brazos no hay mucho que pueda hacer.

Introduje las pinzas en su boca por la fuerza, aun no empiezo y ya está llorando. Aprieto las pinzas en una de sus muelas izquierdas y en un solo movimiento la arranco. La sangre sale enseguida, y comienza a resbalar por su barbilla, también mancha mis manos.

—¿Estás seguro de que no quieres hablar?

Él asiente como respuesta. Me rio.

Sacó otra muela del mismo lado, es cuando comienza a gritar. Las lágrimas salen más rápido y corren por sus mejillas, no me molesta. Sus gritos son música para mis oídos, si él se queja es porque estoy haciendo un buen trabajo.

Un excelente trabajo.

Cuando estoy por sacar la tercera muela, John balbucea algunas palabras, saco la pinza permitiendo que hable:—Por favor, Khun Pete. No más, se lo suplico.

—Me decepcionas, Walter. Solo han sido dos muelas. Todavía te quedan muchas, y sigues teniendo veinte dedos. —digo, una sonrisa cínica en mi rostro.

Big me mira imperturbable, esta demasiado acostumbrado a este tipo de comportamiento de mi parte. Es como verme comer para él. Nada extraño.

John parece a punto de desmayarse, pero yo no estoy satisfecho. Quizás si le corto un par de dedos lo esté.

—Big, suelta sus manos.

—Sí, Khun Pete.

Big suelta las cadenas, el hombre cae al suelo sobre su trasero jadeando por el golpe y las muelas arrancadas. Por supuesto, no esperaba que resistiera tanto porque nunca ha tenido que lidiar con algo como esto. Big lo maniobra hasta que está sentado en la silla, se ve agotado.

AU Una Propuesta de Divorcio |VegasPete Donde viven las historias. Descúbrelo ahora