IV |EXTRAÑOS

351 45 33
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Para Rhaenyra, el tiempo encerrada en aquellas cuatro paredes había sido algo desesperadamente necesario para ella, pues no deseaba salir del único lugar que le permitía perderse en sus pensamientos al igual que, no quería ver el rostro de las personas que le habían hecho daño en su otra vida.

Pasó sus manos por su despeinada melena oscura, aún no entendía cuál era el propósito de estar en ese lugar. Tan solo en su memoria pasaba los últimos días de vida que pudo tener junto a su último hijo vivo.

Algunas pequeñas lágrimas se acumularon en el borde de sus ojos. Su pequeño niño, Aegon. Pensar en él y sobre su estado era inquietante para ella. Seguiría vivo o habría muerto después de ver como su madre era quemada por el dragón de su tío.

Sacudió la cabeza con violencia para borrar esas imágenes de su cabeza. Sea lo que sea, ella sabría cuál era su propósito en esa oportunidad que le brindaron los Dioses valyrios.

Rhaenyra se dispuso a levantarse de su cama y trató de buscar algo con lo cual entretenerse. Aún no bajaría, no quería enfrentarse a la cruel realidad de vivir en el mismo sitio que sus enemigos.

Miró con cierta confusión los papeles pegados en los muros de su habitación. Eran terriblemente raros. Como si fueran pinturas de personas que desconocía que la miraban juzgándola.

Apartó su mirada y comenzó a revisar lo que se encontraba en la habitación. Varias cajas delgadas se encontraban en su mesa, nombres como The Neighbourhood, Cigarettes After Sex, Lana del Rey y Arctic Monkeys sobresalían de aquellas cajas.

Revisó su closet y encontró dentro de algunas ropas desgastadas un libro negro. La tapa tenía escrito la palabra 'Diario', por lo que intuyó que era algo tan personal de ella, más bien, de la Rhaenyra de ese mundo.

Se volvió a sentar en su cama con el diario sobre sus piernas. Acarició con un poco de duda la tapa del libro y se disculpó internamente con la antigua Rhaenyra. Finalmente, abrió el diario y las primeras palabras la dejaron helada.

Morir no suena tan mal después de todo. Solo así podrá desaparecer todo el dolor que he sentido en mi corta vida.

Cerró el diario con fuerza. Aquella persona que había escrito en ese diario desgastado hablaba sobre el Desconocido como si fuera su mejor aliado, el único ser que podría comprender a aquella alma perdida en la tierra. Sus manos temblaron sobre el libro. Sus parpados se cerraron momentáneamente, siendo su única forma de fluir sus pensamientos ante aquellas palabras. Tratando de entender el porqué de su desesperación con irse con el Desconocido.

Tiempo después, leyó el contenido del diario con una incertidumbre creciendo en su pecho.

Habían muchas cosas por conocer de todos pero, sin duda alguna, sabía que tenía que descifrar a la Rhaenyra que había escrito esas palabras, pues era una extraña más para ella. Entender a todos seria un reto para ella. No quería estar cerca de las personas que la habían lastimado pero también sabia, que estar encerrada no le garantizaba seguridad en lo absoluto.

NEW WORLD「 𝘩𝘰𝘵𝘥 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora