Somos capaces de resurgir de nuestras cenizas, aún cuando no estamos en nuestro tiempo correcto.
Un nuevo mundo es lo que se avecinaba para Rhaenyra, un nuevo mundo que podría cambiar o para bien o para mal su corazón y razón.
• Rhaenyra Targaryen...
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Un intenso olor a quemado inundó las cosas nasales de Rhaenyra. Tosió con dificultad y abrió sus ojos poco a poco. Su vista estaba borrosa, podía sentir la cabeza aturdida y unos gritos levemente alejados se escuchaba por toda la habitación en la que se encontraba. Pestañeó varias veces y finalmente, pudo observar con horror el caos del panorama en el que se encontraba.
Su cuarto ardía en llamas. Podía sentir un dolor en su pecho por todo el humo inhalado. Quiso acercarse a la puerta de su cuarto pero esta empezó a arder y se apartó rápidamente de ahí. Su corazón se aceleró. Nuevamente moriría quemada.
¿Ese era su castigo?
Morir por un incendio y sufrir lo que había sentido en Dragonstone. Rhaenyra no lo permitiría. No de nuevo.
Con pasos acelerados se encaminó hacia la ventana, son embargo, sus piernas fueron inmovilizadas por una fuerza sobrenatural. Rhaenyra cayó de rodillas y en su mente empezó a pelear.
"NO POR FAVOR" quiso hablar pero ella no se podía escuchar. Empezó a gritar pero ningún sonido salía de su garganta. Las lágrimas salieron de sus ojos con gran impotencia, sus piernas seguían sin responder y lo único que pudo hacer es mirar su reflejo en el espejo.
No obstante, sus ojos se abrieron de la impresión. El reflejo que miraba no era la Rhaenyra adolescente y con cabello castaño, era ella de adulta con su melena tan rubia como la recordaba. La ropa que llevaba era la misma que tuvo puesta en esa fatídica noche en la que murió a manos de Aegon el Usurpador.
Su corazón retumbó con mas fuerza y un pitido inundó sus oidos desorientadola. El piso en donde estaba ella empezó a quebrarse pero Rhaenyra no podía moverse. Cada vez se hacía más grande las grietas hasta que finalmente, cayó a un vacío interminable.
Cerró los ojos esperando el terrible impacto del piso pero nunca llegó. Lentamente los abrió para observar que estaba en un lugar muy oscuro el cual solo recibía luz desde el agujero en el que cayó.
No sabía lo que estaba pasando, empezó a respirar desesperadamente. Tenía deseos de correr, sin embargo, le aterraba perderse en la oscuridad que hacía en el lugar.
Unos pasos retumbaron por todo el lugar y Rhaenyra rápidamente miró detrás de ella.
"¿Qué?" No pudo pronunciar alguna otra palabra, su vista era ocupada por la silueta de una joven Rhaenyra castaña, con su ropa levemente desgarrada y manchada de lodo.
"Tú tomaste mi lugar" la joven Rhaenyra la señalaba y la mayor trataba de negar con la cabeza.
"Yo no quería esto, no quería ocupar tu lugar."
"Ahora yo estoy muerta, porque tomé tu lugar" las palabras de la joven Rhaenyra le desgarraban el alma. Trató de acercarse pero nuevamente una fuerza sobrenatural la mantenía atada.
"Lo siento tanto Rhaenyra" sollozó con dolor.
La menor cerró los ojos y leves lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
