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Isidora.
Me desperté abrazada del Jere, el tenia el pelito desordenado, se veía distinto porque no estaba como flaite, pero se ve lindo igual. Intente separarme de el para levantarme pero fue lo contrario y me apego más a él.
–Déjame levantarme pu.
–Quédese en la camita conmigo.
–Saco una pastilla del cajón y vuelvo.
–Mmm bueno.
Yo me levante y fui al baño a buscar una pastilla para el dolor de cabeza, una vez me la tome volvi rápido a acostarme con el Jere, el me abrazo y yo puse mi mano sobre su pelo
–¿Por qué que te despertai tan temprano? —me preguntó.
–La costumbre yo creo.
–Me dio hambre.
–Levántate y tomamos desayuno.
–Mmm —se quejo.
–Eri igual que una guagua.
–A ti que no te gusta regaloniar conmigo.
–Es que tengo hambre también.
–Ya, vamos a tomar desayuno —dijo levantándose.
Yo me levante y me puse mis pantuflas, yo pasé por delante del Jere y escuché su risa.
–¿De que te rei?
–Bacanes tus pantuflas.
Eran de unicornio, muy bellas.
–Sipo, si son hermosas —le dije y baje a la cocina—. ¿Que queri comer? —le pregunté cuando estábamos los dos en la cocina.
–¿Teni huevo?
–Si, ¿pan con huevo?
–Ya.
–Tu haces el huevo —le dije.
–A ti se te quema.
–Fue una pura vez —me defendí—. ¿Que vai a tomar?
–Café.
–Ya.
Saque 2 tazas y puse a calentar pancito. Cuando ya estaba todo listo nos sentamos.
–No me voy a poder quedar contigo hasta tarde.
–¿Por qué?
–Tengo una entrevista en LaJunta.
–Que bueno.
–Cuando salga la vemos juntitos ¿queri?
–Sip.
En ese momento se escuchó la puerta abrirse y luego la voz del Cris.
–Deben estar durmiendo —dijo.
El Cris dio un salto al ver que estábamos tomando desayuno.
