Isidora.
–Sueltame para ir al baño —le pedí al Jere.
Estaba super aferrado a mi cintura y con su cabeza en mi pecho.
–Te vay a demorar mucho.
–Voy rápido y me acuesto contigo.
–Ya, vaya —me solto.
Yo fui al baño a hacer mis necesidades porque estaba que me meaba, me lave las manos y volví a acostarme con el Jere.
–Me cage de frío —lo abracé—. Estai calentito.
–¿No queri que te caliente? —me dijo al oído.
–Cochino, recién despertamos —le dije y escuche su risa.
–Dame unos besitos entonces.
Yo lo tome de las mejillas y le di unos besos.
–¿Ahí? —dije separandome de el después de varios besos.
–Me encantai wachita mía —me dio un beso y yo sonreí.
–¿Habrán despertado los demás?
El Jere agarro su celu y miró la hora, las 9:20.
–Es temprano todavía —apago su celu.
–¿Queri dormir un ratito más?
–Si, despertai temprano.
Yo lo abracé y me volví a quedar dormida.
[...]
Hoy es nuestro último día en la playa, me quería quedar aquí.
–Te voy a tirar arena —me amenazo el Jere.
–Te tire poquita —rodé los ojos y le tire más arena.
–No te quejes.
Yo empecé a correr, el me alcanzó y me tiro a la arena, pero yo lo abracé y nos tire a los 2.
–Quede llena de arena —me queje y me toque los labios porque sentía arena ahí—. Hasta en los labios.
–Yo te ayudo.
El Jere con su dedo me saco la arena que tenía y después me dio un beso.
–Listo.
–¿Vamos a bañarnos?
–Ya.
Caminamos a las cabañas y entramos.
–¿Y ustedes que wea hicieron en la playa? —se rió el Cris.
–Nos tiramos arena.
–Cabros chicos, vayan a bañarse —nos dijo la Ara.
Nosotros subimos y entramos a la pieza.