Siempre creí en el amor, un amor de películas de cuentos de hadas y fantasías, pero jamás imaginé que para llegar a eso tenías que sufrir, ahora entiendo la razón de los villanos. Pero en mi caso el único villano que existió siempre fue mi insegurid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llego el día siguiente y tan solo estuve recostado mirando el techo sin pensar, sin decir nada, callado sin tener seño. Escuche a Angie tomar una llamada tan solo escuche decir ─ vale los esperamos─
Me quede perplejo al escuchar eso. Además, era probable que fuese alguien más, no sé, Ivi, y ni siquiera a ella quería ver no por estuviera molesto con ella simplemente me sentía apagado o en el peor de los casos, que fuera Lía me iría de ahí, no quería verla me dolería en lo absoluto. Quizá era un sentimiento de rencor a lo sucedido dos noches atrás o fácilmente era el desprecio que sentía al estar cerca de ella.
Tan solo pasaron una hora y media y fue sorprendente como paso tan rápido el tiempo.
Escuché voces en el pasillo parecían de los padres de Lia, pero no me atreví a salir a ver, solo deslicé la cortina de la ventana que miraba hacia el pasillo para observar mejor y si, en efecto, eran Lia y sus papas, dejé caer la cortina tras la ventana cuando vi sus sombras pasar frente las cortinas haciendo platica a Angie.
Me coloqué el abrigo y los zapatos para salir a tomar aire afuera nervioso salí con temor de ser visto por Lia. Pero mi suerte me jugo lo contrario de frente a mi estaba ella a punto de abrir la puerta justo cuando salí. Solo la mire de frente con una cara de sorpresa y temor cuando me saludo como si nada hubiera sucedido
─ hola, ¿Cómo has estado? ─ que hipocresía hablarme después de hacerme sufrir como si nada hubiera sucedido y en cuanto más me sentí humillado más me hacía comentarios amistosos aun sabiendo como termino todo
─ salgamos a dar un paseo─ ideo ella misma mientras me seguía camino a la puerta
No dije nada ni siquiera respondí a su saludo, simplemente camine hacia afuera asegurándome de que nadie más aparte de ella me siguiera estaba tan distraído en ese momento que no le preste atención a su plática y en cuanto pudiese me escaparía de ella.
Camínanos sin rumbo hacia unas bancas publicas ubicadas tres calles lejanas de la casa en un baldío oscuro y solitario.
─ ¿a qué has venido? ─ le reclame
─ a humillarme aún más─
─ no te vasto con hacerme pasar una vergüenza el día que fui a tu casa y después con el absurdo mensaje que me hirió como no tienes idea!!!─ grité
<no, no, no, Félix no vine a hacer eso>respondió entre los reclamos
─entonces por qué vienes y me diriges la palabra como si nada hubiese pasado ─
─ está bien admito que fuese mi culpa─
─pero sabes una cosa ─
─nunca te amé de verdad solo quería distraerme un momento contigo y lo logré. Te logre usar a mi antojo que te ilusionaras de mi─ me quede paralizado al escucharla mis manos sudaban y eso me hiso estallar en gritos de reclamos los cueles horas después se convertirían en una pelea a gritos en plena oscuridad
─ solo jugaste con mis sentimientos y espero jamás te toque vivir un dolor así ─
─ todo fue planeado aquella noche sabía que mi padre llegaría temprano a casa y quise que pasaras esa vergüenza por que tú me das pena, y que mejor manera que hacértela pasar frente a mi padre─
─ mírate ni siquiera pudiste hacerle frente al mensaje te envié el día que saliste corriendo de mi casa abandonando todo atrás, ni siquiera te enfrentaste a mi padre ya sabía que lo harías porque eres un cobarde─ me dijo cobarde, en ese momento sentí hervir mi sangre sentía como mis latidos se aceleraban y mi cuerpo transpiraba odio.
─ si, salí corriendo dejando mis cosas materiales atrás, pero sabes. Tú has dejado tu vida a un lado solo para buscar beneficio material que al final no te sirven de nada porque eres alguien vacía del corazón─
─ logré mi comentado y jugué contigo y con tus absurdos sentimientos que no son más que una basura─
─ tú crees que mis sentimientos son una basura, pero más basura es la que guardas en el corazón y en tus pensamientos─
─ no eres capaz de ser sincera ni contigo misma, porque eres una persona tan fría que no sabe lo que quiere para sí misma─
─ no sabes lo que en verdad es amar y nunca lo aras porque no te amas ni a ti─
─ crees que no lo hago, porque me amo es que fui capaz de jugar con alguien tan idiota como tú!!!─ IDIOTA me había dicho IDIOTA pues claro
─ si soy un idiota por creer que alguien como tú me podría amar─
─ después de todo solo te tuve, pero no te quise y tú me quieres, pero jamás me tendrás porque me das lastima. Mírate tan ingenuo que no sabes y cómo reaccionar ante esto─ me grito dando un empujón en mi pecho haciéndome avanzar unos cuantos pasos hacia atrás.
─ no vales nada ni como mujer ni como persona. Te has ganado mi deprecio y mi arrepentimiento de conocerte. Te odio─ mencione entre lágrimas de coraje y desesperación
─ palabras de una persona que no pudo alcanzar algo que simplemente no era para el─
─ nunca fui tuya ni lo seré, por que como ya te lo dije me das asco y desprecio─
─ desprecio es el que siento al escucharte hablar, que daté con tus pensamientos inútiles para amar!!!─ me di la vuelta caminando sin saber a dónde ir me sentía tan enojado que no me importaba mi paradero solo me quería ir de ahí y no volver a saber de ella jamás
Eran pensamientos absurdos lo que ella tenía y claramente lo hizo porque no tiene la atención de nadie quien la rodea y solo quería eso llamar la atención y saber cuál era su verdadero lugar.
Me sentía impotente de la rabia que tenía y decidí cambiar hasta cansarme o almeno hasta perderme en la cuidad. Por un momento en donde coloqué mi mano dentro del bolso del pantalón no sentí mi teléfono hasta que hice memoria y recordé que estaba sobre la cama antes de salir de casa con Lía a mis espaldas y no lo llevaba conmigo.
Cuando quise darme la vuelta para volver por mi teléfono no recordaba el camino estaba afuera de una tienda de conveniencia y entre una tienda de regalos en una avenida que no conocía.
Solo mire a mi alrededor tratando de recordar el camino, pero tres calles conectadas entre sí y yo colocado justo en medio de esas tres calles entre en un colapso mental y no recordaba nada más que la pelea con Lia la cual ni siquiera me miro cuando me fui de ese baldío, era una persona sin sentimientos los cuales no sirven de nada, pero solo me preocupaba por Lia y no por la situación en la que estaba.
Estaba perdido y no sabía que hacer o asía donde ir. Pero que fortuna la mía justo delante de mi observe un teléfono público y por suerte llevaba unas cuantas monedas y podría marcar a mi teléfono y respondería alguien. eso supuse al menos.
me acerque y coloque dos monedas con las cuales pude marcar a mi teléfono, pero...nadie respondió sonó una y otra vez y nadie respondía a mis llamadas y se habían terminado las monedas y ahora si estaba solo sin comunicación y perdido en la cuidad.
─ ¿Qué hare ahora dios mío? ─ necesitaba una solución ya!!
