Siempre creí en el amor, un amor de películas de cuentos de hadas y fantasías, pero jamás imaginé que para llegar a eso tenías que sufrir, ahora entiendo la razón de los villanos. Pero en mi caso el único villano que existió siempre fue mi insegurid...
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Pasamos por el parque de palacio en donde bese a Lia después de una noche tan especial, entonces que es un mes de vacaciones, veintiocho de enero volvía a casa por la ciudad de león, mientras miraba pasar los edificios por la ventanilla cuatro horas más de camino, y en lo único que pensaba era Danna.
─ ¿todo bien mi niño? ─ me distrajo mi tía, trataba de ser dulce pero mi mente capciosa solo tenía en mente un solo objetivo. Danna.
─si, solo tengo un poco de sueño─
─ nos detendremos por un café, creo que hay uno cerca ─ dijo animándome
─ está bien, lo necesito en verdad─
Bajamos y aun con mi ánimo decaído comí el sándwich y el café, volviendo al auto en seguida de haber terminado.
Por un segundo creí recibir un mensaje de Danna, pero solo fue una ilusión, Ann de nuevo.
"se llevarán muy bien ya lo veras te agradara mucho"
Solo mire sin darle una respuesta, patético.
Conforme pasaban las horas en el auto la vida se hacía poco a poco más larga y sin sentido como si mi mundo se volviera gris de nuevo. A solo dos días para volver a clases sin llevar nada nuevo a casa.
No quería llegar quería ir de regreso ir de nuevo como la primera vez. O quizá simplemente no haber ido.
Danna, Danna, mis ojos se cerraban conforme al pasar de las horas por lo menos tres horas de camino faltantes para llegar. Cerré los ojos.
De un solo golpe mis labios reposaban en algo blando como el algodón, con un sabor idéntico a notas de fresas sintiendo una mano que lentamente se deslizaba por mi abdomen, mientras sentía como alguien acariciaba el cabello por la parte de atrás de la mejilla.
En tanto nuestros labios jugueteaban al ritmo del viento abriendo los ojos la mire, era ella aquellos ojos cerrados y la suavidad de sus labios me hacían sentir mariposas en el estómago me hacían sentir el viento en mis piernas mientras miraba hacia abajo veía cuan alto estamos en la rueda de la fortuna.
Sintiendo un golpe en el haciendo mientras se detenía de un solo golpe, mire a Danna alejarse y en tanto se separó de mis brazos y un estruendo agudo hizo gritar a los demás, rápidamente comenzamos a caer a más de cincuenta metros de altura directo al piso.
Danna salió del asiento haciéndola caer mientras sentía una fuerza que me hacía caer, en ese momento solo sentía mis lágrimas y después, el piso el asiento del auto me hizo golpearme la cabeza.
Reaccione de un momento volviendo a mi asiento, todo fue una pesadilla yo estaba bien, Danna estaba bien todo estaba normal.
─ ¿todo bien?, ¿qué te paso? ─ pregunto Angie mientras se reía a carcajadas de mí.
─si, una pesadilla ─ le grite mientras me tocaba la cabeza frotando el golpe.
─ has estado muy distraído, ¿Qué te preocupa? ─
─nada, solo pienso en la chica de quien te platique ─
─ cierto, ¿Danna? No la conozco, pero, así como vienes se ve que es buena chica ─
─ si es muy linda, increíble diría yo ─
─ no te preocupes para las próximas vacaciones de volverás a verla─
─ espero volver pronto, solo por ella ─
─el amor a tu edad es lo mejor, aún recuerdo el primer romance que tuve. Fue con un chico mayor que yo y ahora me pregunto dónde estará, o que fue de el ─
─ ¿todavía lo extrañas? ─
─ un poco, aun guardo el regalo que me dio en mi graduación─
Saque de mi pantalón el corazón de Danna mientras lo miraba pensativo de que deseo estaba escrito en el.
─si, es lindo recibir regalos ─
─ ¿la quieres cierto? ─
─ ¿a quién? ─
─ a la chica, Danna ─
─no lo sé, es linda...─
Me recargue de la ventana, sintiendo el viento del auto en mi cabello aun sin saber nada de Danna. Solo Danna, Danna y Danna, no salía de mi mente.
Mi cuerpo pedía a gritos un abrazo suyo el sentir cada parte de su ser en mi o el imaginar que podía pasar sin ella, de vuelta a la vida gris que tanto temí durante todo este tiempo.
Y di la extrañaba era solo por la magia que tenía a su lado.
Pasarón las horas tan lentas que sentía que la vida se me iba muy lanto.
─ bienvenido a Capula ─ decía aquel letrero el cual marcaba en fin y el inicio de una nueva persona en mí.
─por fin llegamos se me paso muy rápido el tempo en la carretera─ mencionó mi tierna tía
Aun en marcha a la casa deteniéndonos en aquella casa antigua con paredes viejas y mal pintadas.
─ Félix, Angie, ¿a qué hora volvieron? ─ dijo mi mamá saliendo de la casa.
Me baje del auto saludando de beso a mi madre, camine a la cocina agotado del viaje ─sabes, León es sorprendente─
─ha venido Ann preguntando por ti, ha dicho que este lunes vuelven a clases y ya que has vuelto deberás mejorar las calificaciones ─
─ ¡hash! Sí, sí. Te lo prometo ─
─ iré con Ann, estaremos en el parque, por si me buscas ─
─está bien, solo me respondes al teléfono─
Salí corriendo al parque esperando encontrármela por el camino, mientras me acomodaba en una banca, observé a Abraham acercarse mientras platicaba por teléfono.
─si, está bien, yo también te quiero. Bye mi amor ─
¿amor? Será Ann. Pero... ella me había dicho que solo eran amigos o por lo menos no eran novios aún.
Me acerque a el sonriente saludando.
─que tal, ¿Abraham verdad? ─ el tipo se puso pálido, sus ojos salían de su rostro en sorpresa mientras bajaba el teléfono por su pierna colgando a la vez que respondía.
─mm sí. Eres...─
─ Félix el mejor amigo de Ann, de hecho, la estoy esperando─
─a si perdón, en un momento viene ─
─ ¿y con quién hablabas?, ¿era Ann? ─
Sus ojos se volvieron a sorprender, ─no, era mi madre. ─
─entonces por qué le dijiste ''amor''─ me miro con fastidio.
─no, solo imaginaste nunca dije eso, eso está en tu mente, yo jamás he dicho eso─
─ está bien, debe ser mi mente─ creí que el cansancio del viaje me estaba afectando y también pensar demasiado en Danna