Bajé del auto corriendo hacia la puerta empujándola llegando al mostrador bruscamente, no la encontré así que fui a la bodega de atrás donde supuse se encontraba, pero tampoco estaba.
─ ¿Danna? ─ silencio absoluto. Nadie respondió así que toque el timbre del mostrador una y otra vez y nadie salía.
Abrí la puerta del lugar saliendo rápidamente cuando chocamos y ella me dejo caer el café en la camiseta haciendo gritar de lo caliente que estaba. Su única reacción fue colocarme rápidamente la servilleta en el pecho mientras me pedía perdón repetidamente y escuchaba las risas de fondo de Sam.
Esperé a que se secara la ropa y estuve dentro por unas horas mientras hablábamos.
─ donde estabas metida te busqué como loco por el lugar ─ reclamé ─lo siento salí a por mí almuerzo, ¿que no habéis fijado de tu reloj─
Estaba perdiendo demasiado el tiempo así que me debía apresurar ─sabes, hoy inauguraran la feria de león y estaba pensando en que si tu gustas podríamos ir juntos, no lo sé si tú quieres claro─
─ es enserio, por supuesto que si ─ había aceptado. ─nos vemos en la noche paso por ti en cuanto cierres el lugar ─
De cualquier forma, no pasaría nada mas solo saldríamos a la feria, no era de alegrarme demasiado a menos que de verdad supiera que pasaría algo, pero solo era una persona normal una amiga o también una desconocida la cual vi solo una noche y al día siguiente ya estaba por salir con ella.
─ ¿no te da miedo? ─ me dijo de regreso Sam. ─ apenas ayer la conociste─
─si es una desconocida ─ una hermosa desconocida. ─ pero no tengo miedo, me da mucha confianza y no iré solo le diré a Ivi que me acompañe a la cita con ella─
─ de verdad crees que quiera ir contigo─ si aceptaría claramente no me dejaría solo ─si, si aceptara eso creo─
─si no es muy antipático de mi parte creo que ella inicio clases en la universidad así que no creo que valla ─ dios mío yo aún tenía unos días de vacaciones ─y me lo dices ahora que ya planee todo ─
─espera ya sé quién puede acompañarme ─
─tengo demasiado trabajo y no creo poder llevarte─ por dios todo el mundo estaría ocupado como para ir conmigo
─lo siento Félix tendrás que ir solo─ eso me temía ─le puedes decir a un taxi que te lleve y te traiga de vuelta no es tan complicado─
De verdad quería ir así que decidí aceptar la oferta de todas maneras estaría en comunicación con todos en casa, claro si Angie me daba permiso que lo más seguro fuese que lo aprobara sin chistar.
Pensé toda la tarde en cuál era el protocolo y en que pasaría después, ni siquiera fui al comedor a tomar la cena, de nuevo.
Quisiera adelantar el tiempo para poder adelantar las cosas, pero, quiero que todo pase lentamente para disfrutar las cosas al cien.
No soy mucho de medir mis tiempos así que como siempre las prisas me tomaron por sorpresa con un poco de estrés.
Seis con media hora demasiado tarde, tome un baño súper rápido el más rápido de toda mi vida. Me mire al espejo acomodando mi cabello al mismo tiempo que enderezaba el abrigo sobre mis hombros desliando una cadena de plata sobre mi cuello. Al mismo tiempo que tomaba la billetera para salir a la parada de taxis.
Llegue a la estación al mismo tiempo que se acercó una mujer montada en un auto el cual no era un taxi de verdad, preguntando por mi
─hola, a donde lo llevo─ fácil ─ la calle de las margaritas por favor ─ subí al auto al mismo tiempo que ella lo encendía.
─pasare por una amiga por favor nos espera en el estacionamiento─ me sentía muy nervioso, muy nervioso.
En cuanto más nos acercamos sentía temblar aún más mis manos sudorosas. Llegamos al estacionamiento y salí a esperar a Danna en la esquina del lugar.
Espere por unos minutos en lo que yo esperaba se acercó un pequeño, un niño muy chico la verdad ni siquiera hablaba bien aún.
─ buenas noches, le vendo una florecita─ se me hizo un nudo en la garganta.
No dije nada así que solo le acepté la rosa que llevaba en sus pequeñas manos dándole unas monedas a cambio. «¿es que de verdad había persona en esa situación?» era claro.
Mis pensamientos me distrajeron y en cuanto me di la vuelta se veía hermosa de verdad, aquella falda roja arriba de la rodilla hacia lucir su figura de una manera espectacular. Pero que decía estaba totalmente loco eso era una patanada de mi parte como me abre visto y escuchado de verdad, nono.
─hola buenas noches señorita ─ le susurre mientras la tomaba por una mano dando una vuelta ─ ¿te puedo decir algo, si no es molesto para ti? ─ en ese momento puso una cara de duda como si algo le preocupara.
─clero decídmelo ─lo dude ─te ves hermosa de verdad─ solo se sonrojo no había sido más.
Camino hacia el auto, pero había olvidado algo. La tome del brazo volteando su rostro.
─ toma es para ti, es tan bella como tu─ le dije mientras le daba la rosa, no sé si le habrá gustado pues solo me dio una sonrisa, solo con una sonrisa se pueden decir miles de cosas.
Subimos al taxi, en el camino recostó su cabeza sobre mis hombros dejando deslizar sus cabellos rubios sobre mi pecho. Se sintió tan dulce, que recosté mi cabeza junto a la suya mientras acariciaba su pelo.
Como explico esa sensación de ternura, quizá amor, y la duda de saber ¿que pasara después?
Llegamos a la feria y bajando del auto nos dirigimos hacia la entrada, tenía una cara de preocupación─ ¿todo bien? ─movió la cabeza sin decir nada.
¿Qué pasara después?
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corazones de papel
Teen FictionSiempre creí en el amor, un amor de películas de cuentos de hadas y fantasías, pero jamás imaginé que para llegar a eso tenías que sufrir, ahora entiendo la razón de los villanos. Pero en mi caso el único villano que existió siempre fue mi insegurid...