olivia rodrigo
V
Mí bicicleta había ido incontables de veces a la bicicletería, tanto por ruedas pinchadas como por varios retoques o salida de cadena. Incluso en una ocasión, se había ido hacia el río, claramente por culpa de Karina, y se había desprendido el manubrio. Tuve que volver a casa caminando con una Jimin totalmente alegre diciendo que había cosas peores y que no importaba que necesitaba, se podría arreglar y ella me acompañaría.
En fin, nota mental: No le hagas caso a Karina si te dice que apoyes la bicicleta en un árbol que está en plena bajada. Se más inteligente.
Tomé la bicicleta y la dejé justo en la entrada de mí casa, me puse una hoodie gris liviana y me acerqué a la casa de Karina. Toqué levemente la ventana de su habitación, pues, se había convertido en la puerta los últimos años. De hecho, pocas veces veía a los padres de la castaña.
Pasaron unos segundos antes de que una Jimin despeinada apareciera para abrir la ventana y volver a sentarse en el escritorio donde parecía concentrada con una especie de collage de fotos. Cruce media pierna en la ventana y mí cuerpo paso a estar medio afuera y medio adentro.
—Hey, estoy por ir a la ciudad con Ningning. ¿Quieres venir? —Pregunté, casi un noventa y nueve por ciento segura de que diría que si, pues, a Karina no había nada que le gustara mas que la ciudad.
—Estoy bien aquí, gracias.
Mí rostro delató mí sorpresa.
—¿Qué? Pero es la ciudad. —Protesté como si aquello no estuviera ya lo suficientemente claro, Karina parecía más concentrada en pegar la fotografía del arroyo en la pared que de hablar conmigo.
—Lo sé. Pero debo terminar esto.—Karina levantó la mirada con una pequeña sonrisa, pero al ver mí rostro no convencida con lo que decía, se giró en su silla solo para mirarme mejor.—De verdad, Winter. De todas formas, iré el viernes. No voy a perderme de mucho.
Asentí en respuesta, pero en cuanto me di cuenta de lo que dijo, fruncí el ceño confundida. ¿Dijo que iría el viernes?
—¿Irás el día de la feria?
—Iré a la feria. —Aclaró, volviendo a girarse en su silla y concentrar su mirada en la fotografía. Mí ceño fruncido seguía siendo notorio en mí rostro.
—Oh, ¿Irás con alguien? —Mi cuerpo se apoyó mejor en el borde de la ventana.
Sentía que dejar sola a Karina en la feria solo por ir con Jaehyun, era horrible de mí parte. Pero sabía que Jimin no me dejaría jamás cancelar al chico que me gustaba solo por una amiga. La conocía demasiado bien.
—Yo...—Pero Karina no pudo terminar pues, una voz desde el exterior se hizo presente.
—¡Kim Minjeong! ¡¿Cuánto puedes tardar en preguntarle a Jimin si quiere venir?! —Gritó Ningning, haciendo presencia desde la calle.
Me dí media vuelta en la ventana solo para enfrentar a la pelinegra.—¡Ya voy! —Le avisé, volviendo a girar mí rostro hacía Karina.—¿Segura que no vienes?
—Segura. —Musitó, sacando a la luz su más brillante sonrisa. A veces me gustaría, solo por dos segundos, saber que ocurría en su mente últimamente y porque se me complicaba tanto leerla.
—Entonces, nos vemos luego, Rina.
Karina me devolvió el saludo y salí rápidamente de la ventana, tomé la bicicleta rota y me dirigí hasta Ningning totalmente igual que como me fui. Ningning frunció el rostro al notarlo.
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The Color Violet | WinRina
FanfictionMinjeong y Jimin crecieron juntas, su amistad abarcaba fronteras enteras y su supuesta rivalidad en todos los temas de la vida, las llevaron a tomar las diferencias como una necesidad del polo opuesto. Pero eran tan solo unas niñas conociendo el mun...