Fill The Void

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the weeknd

XIII

Mí mirada se posó en la mesa con mis amigos, sin darme cuenta y con una torpeza muy notable, ya me encontraba acercándome a ella. En cuanto Soobin me vió su ceño se frunció y una mirada llena de reproche cayó sobre mí cuerpo.

—¿Minjeong? ¿Estás borracha? —Soobin se levantó buscando que mí estabilidad no se fuera por la borda y pudiera sentarme sin matarme en el camino. Pero yo volví a pararme, mí intención en esa mesa no era sentarme, no hasta donde me acordaba.

—Karina... ¿Dónde está ella? —Mi voz salió como un susurro de piedad, mis ojos estaban buscando a la castaña en la pista, dónde anteriormente la había visto. Pero ya no hacía presencia allí, simplemente había desaparecido.

—Estaba bailando hasta recién. Luego desapareció. —Habló Yeji, confirmando lo que anteriormente había visto.

—Minjeong, deberías sentarte, yo buscaré a Karina. —Pidió Jungwon, apoyando su mano en mí hombro, yo negué repetidas veces con mí cabeza como si no hubiese quedado claro a la primera.

—No. —Mis palabras se trababan entre mí lengua y salían de manera torpe, incluso había dejado de pensar lo que hacía o decía, todo tenía vida propia y yo solo era la espectadora de mí propio cuerpo.

—Minjeong. —Soobin me reprochó en cuanto me dí la vuelta decidida a buscar a la castaña, pero antes de que pudiera contestar a su llamado, mí cuerpo se chocó con otro bruscamente haciéndome alejar unos pasos atrás.

Ningning me miró con el ceño fruncido, parecía confundida, se veía confundida. Bueno, a decir verdad, no podía verla muy bien, de pronto estaba de cabeza y a los segundos parada de nuevo, pero eso no importaba.

—¿Qué...?

—Asco. —Solté con un hipo de por medio y pasé por su lado chocando mí hombro con el suyo bruscamente.

Por alguna razón, sentía ganas de tirarme al suelo y dormir dos semanas seguidas. Pero algo dentro de mí no me permitía sacar a Karina de mis pensamientos y me estaba comiendo la cabeza el solo mirar su imagen en mí cabeza. ¿Porque no podía dejarme en paz? ¿Era aquello normal?

Hice camino entre la gente, llegando al medio de la pista. Miré alrededor con mí cabeza dando vueltas por todos lados y en un ángulo de trescientos sesenta, pero nada. Karina no había dejado rastros.
Mis ojos se encontraron con los de Jaehyun y sabía que nada bueno saldría de esto y, a decir verdad, estar con el castaño esa noche no me estaba interesando mucho cuando Karina, quien odia estar rodeada de tanta gente, se encontraba por ahí afuera en alguna parte del mundo y yo desconocía su paradero.

Simplemente no se veía nada tentador ni mucho menos conveniente o divertido.

Y entonces, lo recordé. Hacía nueve años atrás, cuando Jimin había tenido que dar su primera exposición en la escuela, cuando recién la conocía y su personalidad era muy diferente a la de ahora, había recibido una mala nota por no presentarse. Ese día había oído un ruido en el baño durante el recreo y cuando me asomé por debajo de la puerta, los pies de Karina hicieron presencia. Toqué suavemente la puerta esperando que escuchara el llamado y no me ignorara, y así fue, Karina me contó sobre su falta de facilidad para hablar con las personas y sobre todo, de estar frente a muchas o rodeada de las mismas. Fue la primera vez que hablamos como amigas una conversación profunda y no podría olvidarla por nada en el mundo.

Así que mientras todas las personas alrededor bailaban y vivían su propia burbuja alejada del mundo real, yo me dirigí a lo que serían los baños del lugar. Una vez que entré al lugar, noté que había varias habitaciones con distintas puertas. Me acerqué a la que tenía el dibujo de una chica y toqué la puerta con suavidad, afuera la música hacía retumbe y no era muy buena la acústica, pero era suficiente para no tener que gritar.

The Color Violet | WinRinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora