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Recobrando nuevamente la visión y viendo un poco más claro lo que estés viviendo, estaba sobre una camilla de hospital totalmente amarrada manos y pies.

Una molesta luz se colaba por mis ojos haciéndolos entrecerrarse

–¿Dónde estoy?–. Pregunto totalmente confundida

–Muy pero que muy lejos del mundo que te rodes–. Esa voz me hizo temblar porque pensaba que estaba sola.

–Llevaba tiempo buscándote y no te encontraba, que casualidad–. Habla con sarcasmo esa voz.

–¿Q... Quien...Quien eres?–. Tartamudeo sabiendo con quién estoy hablando

–Pablo Ferreira–. Pronuncia cada palabra con suavidad haciendo que un escalofríos me desconcentre.

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⏰ Última actualización: May 05 ⏰

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