CAPÍTULO VII

35 3 4
                                    

       Jinhwan estaba harto, aunque su lobo estaba furioso por haber escuchado que todo había sido planeado por Jihon, en el fondo el rubio sabía que tenía parte de la culpa por haberse dejado manipular tan fácilmente, arruinando su vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

       Jinhwan estaba harto, aunque su lobo estaba furioso por haber escuchado que todo había sido planeado por Jihon, en el fondo el rubio sabía que tenía parte de la culpa por haberse dejado manipular tan fácilmente, arruinando su vida.

       El lobo apenas más grande que él clavó sus dientes en su abdomen y Jinhwan pateó su rostro con sus patas traseras, no había caso con intentar razonar con Jihon en ese estado,  estaba atacando con la intención de asesinarlo y Kim no pensaba perder, no después de haber encontrado finalmente una luz en medio de aquel túnel oscuro en el que había estado por mucho tiempo.

       Atacó directamente a la yugular y pronto Jihon dejó de forcejear. Aún sentía su pulso cuando lo soltó y el lobo terminó volviendo a su forma humana sobre el charco de sangre.

       Jinhwan hizo lo mismo, su ropa se había rasgado completamente y metió un dedo dentro de la herida palpitante en su hombro izquierdo. Era extremadamente doloroso, pero apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza, hasta sacar la bala que afortunadamente no había llegado tan lejos debido a que el arma era pequeña.

        Dejó caer la bala al suelo y comenzó a ser más consciente del resto de sus heridas.
—¿A dónde crees que vas? —intervino su padre —aún sigue vivo.
—No voy a matarlo —lo encaró.
—Entonces nosotros lo haremos, le ha ocasionado demasiados problemas a la manada.

        Y con una simple seña con los dedos, se oyó un disparo.

        Jinhwan se abrazó a sí mismo, no quería voltear a verlo. Junhoe se quitó el abrigo y envolvió el cuerpo de su novio con él.
—Vayamos al hospital a que te revisen esas heridas.
—No, solo necesito dormir a tu lado y estaré mejor mañana.
—¡Te dispararon!
—Sanará, solo no me sueltes.

       Junhoe lo abrazó con delicadeza, cuidando de no rozar sus heridas.
—Prometo no soltarte, vayamos a mi casa y llamaré al médico de la familia, si él dice que no es grave, no te llevaré al hospital.

         Jinhwan asintió. Le dedicó una última mirada a su padre, quien inclinó levemente la cabeza en señal de respeto. Con ese gesto, quedaba implícito el hecho de que era digno de volver a casa si quisiera, pero no iba a hacerlo. No después de que le dieron la espalda en sus momentos más difíciles.

        Entrelazó su mano con la de Junhoe y subió a su vehículo, ambos pasando de largo frente al abuelo de Koo.

         Su amigo estaba a salvo, varias ambulancias habían llegado y varios omegas habían sido detenidos. Jinwoo estaba recibiendo atención especial por parte de uno de los médicos y Jinhwan rió, en verdad él era tan transparente y el alfa también lo miraba de manera especial, aunque al parecer también era tímido.
—No creo poder dormir esta noche —murmuró Yejin subiendo al asiento trasero —juro que si cierro los ojos, soñaré con alguien apuntándome con un arma.
—¿Qué demonios haces aquí? —la regañó su hermano.
—¿Qué crees? Voy a casa con ustedes.
—¿Y no podías ir con Jaeho y Sihyoung?
—¿Y hacer de mal tercio?

JINHWAN: Caótico y HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora