JINHWAN: Caótico y Hermoso

CAPÍTULO VIII

            Jinhwan bajó estruendosamente el vaso contra la mesa y continuó quejándose arrastrando las palabras de manera ininteligible, contando con sus dedos sin coincidir estos con lo que salía de su boca.
—Llevamos más de año y medio y aún no lo hemos hecho... ¡hip!
—Estoy tan tristee —Jinwoo comenzó a llorar abrazando la botella —¿por qué no solo me rechaza de una maldita vez?

         Jinhwan sintió escalofríos de tan solo imaginar al doctor rechazando oficialmente a Jinwoo.
—No digas tonterías Jinu...
—¡Odio ser virgen!
—Yo siento como si de nuevo he vuelto a serlo...

         Ambos se quedaron en silencio, Jinhwan cabeceó a punto de quedarse dormido hasta que su sentido del olfato percibió la presencia de alguien más acercándose a la mesa que el par de amigos compartía.
—Pero qué tenemos aquí, dos bellezas... Ugh...

           El alfa inmediatamente miró al rubio de manera despectiva cuando este levantó la cabeza y notó la cicatriz expuesta en su cuello.
—Digo, pero qué belleza...

         El alfa se aproximó a Jinwoo ignorando a Jinhwan completamente.
El menor estaba casi inconsciente por el alcohol ingerido, al menos Jinhwan aún podía conectar sus neuronas si hacía un poco de esfuerzo.
—Oye, piérdete —amenazó Kim levantándose, llamando entonces la atención del dueño del local.

       El puesto de comida era muy concurrido por los estudiantes. Tanto Jinwoo como Jinhwan eran clientes frecuentes —más para comer que para beber, aunque esa era una ocasión especial —y el beta cuidaba constantemente de los clientes ebrios que normalmente no causaban problemas como lo era el par de amigos.
—Piérdete tú, omega defectuoso.

       "Golpea a ese imbécil" —habló el lobo de Jinhwan en su interior, otorgándole con su manifestación un poco más de sobriedad.
—¿Hah? El único defectuoso debes de ser tú para estar solo a tu edad.

          Normalmente Jinhwan no se sentiría tan seguro si no hubiera pedido que pasaran a buscarlo hacía ya un tiempo.
—¿Quién te querría a ti con esa cicatriz tan horrible? —contestó el alfa con tono mordaz —deja de entrometerte en mi camino.

       Tiró del brazo de un Jinwoo adormilado y en un parpadeo el alfa fue estampado contra la pared. Jinhwan pestañeó tratando de enfocar mejor al hombre vestido de blanco.
—¡Vuelve a tocarlo y te rompo los brazos!

      Entonces Jinhwan lo reconoció, el médico intimidó al alfa y este salió corriendo cuando el dueño del local amenazó con que había llamado a la policía.

       Minho observó al omega dormido con la boca entreabierta con un hilo de saliva escapando entre la comisura izquierda de sus labios y suspiró.
—Él cree que no te importa —soltó Jinhwan entonces llamando la atención del alfa.
—Por supuesto que sí, es mi pareja destinada.
—¿Entonces por qué le eres indiferente?
—Todavía necesito ser lo que él merece.