INFRUNAMI || En un mundo donde las sombras del pasado aún susurran, la historia de Cassiopeia Lestrange emerge como un faro de esperanza y redención. Hija de mortífagos, encontró su luz en medio de la oscuridad, desafiando el legado de sus padres pa...
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✝︎ CHAPTER ELEVEN ✝︎ ❝ CAN I GET A KISS ? ❞
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Cassie despertó con el corazón pesado, la misma pesadez que la había acompañado cada mañana desde que había abrazado su nueva identidad. La luz del sol se filtraba por las cortinas de su dormitorio, bañando la habitación en un resplandor cálido y dorado, pero no lograba disipar la sensación de vacío que se había asentado en su pecho. Se quedó acostada por unos momentos, observando las partículas de polvo que flotaban perezosamente en el rayo de luz, preguntándose cómo algo tan simple podía parecer distante y ajeno.
Desde que había decidido alinearse con Nick, Mark y sus padres, Bellatrix y Rodolphus Lestrange, sentía que algo crucial de estaba desmoronando dentro de ella. Había un eco persistente de una vida que había dejado atrás, una vida llena de risas, amistades sinceras y una versión de sí misma que ahora parecía irreconocible. Recordó las tardes en el Gran Comedor, rodeada de sus amigos, compartiendo confidencias y sueños para el futuro. Ahora, esos recuerdos la perseguían como fantasmas, recordándole constantemente lo que había perdido.
Se sentó en la cama y miró alrededor de su dormitorio, un espacio que había decorado con tanto cuidado al comienzo del año escolar. Su pared de atrás estaba adornada con fotos de sus amigos, momentos felices congelados en el tiempo. Ahora, esas imágenes parecían burlarse de ella, mostrando una vida que ya no sentía que le perteneciera. Sus ojos se detuvieron en una fotografía de ella y Theodore, ambos riendo despreocupadamente en uno de los eventos escolares. Una punzada de dolor atravesó su corazón al recordar la cercanía que una vez habían compartido.
Cassie dejó escapar un suspiro profundo y se levantó lentamente sintiendo el frío del suelo bajo sus pies descalzos. Se dirigió al espejo enfrentándose a su propio reflejo. Los ojos que la miraban de vuelta parecían extraños, como si pertenecieran a otra persona. Había dureza en su mirada, una frialdad que antes no estaba allí. Se preguntó en qué momento había comenzado a transformarse en alguien que apenas reconocía. La decisión de seguir los pasos de sus padres había sido tomada con la esperanza de encontrar su verdadero propósito, pero en su lugar, solo había encontrado confusión y soledad.
