Amabilidad

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Tome tu mano y tú la mía,
esas manos cálidas que tocaron mis rodillas.
Milo me curó a mi con su toque sanador,
en la penumbra, brotó la luz del amor.

Entre sus dedos se tejía un lazo eterno,
unidos en la esperanza, sin temor ni invierno.

En la quietud de la noche, bajo el cielo estrellado,
te encontré, y en ese momento, mi mundo fue transformado.

Nuestras manos se entrelazaron, sin palabras, sin voz, sintiendo el eco del amor, que nos guiaba hacia nuestro destino atroz.
Tus manos, con su magia, sanaron mis heridas, curando cada cicatriz, con un toque lleno de vida.

En ti encontré un refugio, un lugar donde la esperanza floreció, un lugar donde cada abrazo me llenaba de calor y alivio.

Porqué el imponente caballero,
interrumpe este hermoso momento,
celos, celos que te mire en tu mirar,
y yo no tener esa preciosa mirada para mí.

¿Acaso tu amabilidad conquisto mi corazón?


Islas Milos

Con Camus y Milo 

Tomaron sus cosas desde muy temprano a pedidos del patriarca que se dirigieran hacia Islas Milos, la pareja no se dijo nada entre ellos, que muy seguramente Saga de Géminis extrañaría a Milo, lo cual han tenido cierta cercanía entre ambos.      

A Camus le preocupa la cercanía que tiene el Santo de Escorpio con Géminis, a quien no le simpatiza mucho. Solo lo ayudó en la Guerra Santa porque tenían un mismo objetivo: llevar la armadura hacia Athena. Después de los acontecimientos y de ser revividos, Camus adoptó la postura propia de un Acuariano, como debe ser.

Durante el viaje Milo trato de darle conversación , pero Camus al no tener mucha interacción con Milo o con otros caballeros que le caían bien, solo conversaba con Shaka para cosas triviales. No sabia como interactuar con alguien tan hiperactivo, pero lo atraía en demasía. 

Camus: Milo debemos seguir por aquí - dijo el mencionado. Antes de que la estructura de los pilares cayera encima de él.  

Sin embargo, él mismo quedó atrapado bajo los escombros, luchando por liberarse mientras el tiempo se agotaba.

La oscuridad amenazaba con envolverlo cuando escuchó la voz preocupada de Milo llamándolo desde la distancia.

Milo:  ¡Camus, resiste! - gritó mientras sacaba escombro por escombro para encontrar a su compañero.

Camus: No te preocupes por mí, Milo. ¡Sigue adelante, necesitamos salir de aquí antes de que sea demasiado tarde!  - respondió con voz entrecortada, luchando por mantener la calma a pesar de la presión aplastante de los escombros.

Milo: ¡No pienso dejarte aquí, Camus! ¡Voy a sacarte de ahí, cueste lo que cueste! - replicó con determinación, redoblando sus esfuerzos mientras la esperanza y el miedo se entrelazaban en su interior.

Pasaron los minutos y los segundos, el escorpiano utilizó su ataque Antares para sacar a Camus de ahí.

Camus se desmayó por el esfuerzo, exhausto y herido por la experiencia traumática. Milo, con manos hábiles y cuidadosas, atendió las heridas de su compañero, asegurándose de tratar cada lesión con delicadeza para evitar que dejaran cicatrices graves. Mientras cuidaba de Camus, Milo no podía evitar sentir una oleada de gratitud por tener a su amigo a salvo a su lado.

Con cada vendaje cuidadoso, reafirmaba su compromiso de protegerlo y cuidarlo en todos los desafíos que enfrentaran juntos en esta misión.

No lo dejaría sólo.

Continuara...

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