Tu mirada (Parte II)

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Narra Camus pelirrojo

Quieren saber quién soy,
les he dejado en la mira,
todo este tiempo, sin pausa,
una sombra, una voz que suspira.

En cada rincón, en cada mirada,
en los ecos de la noche callada,
he dejado pistas, señales veladas,
un rastro sutil, una huella marcada.

Te amo, Milo, ¿no te das cuenta?
Mis palabras susurran en cada viento,
mi corazón grita, mi alma intenta, alcanzarte, romper el silencio.

Cada gesto, cada latido,
cada sueño que compartimos,
es un grito de amor contenido,
es la verdad que vivimos.

Quieren saber quién soy,
pero solo tú tienes la llave,
para abrir mi corazón,dar vida
al misterio que en mi pecho cabe.

Te amo, Milo, escucha mi canto,
es la verdad que el tiempo revela,
en cada susurro, en cada encanto,
mi amor por ti, eternamente vela.

Narra Camus cerceta

Soy el caballero más frío de la orden dorada,
en mi armadura de hielo, una leyenda
helada.

Con un corazón que late en el silencio glacial,
y una espada que brilla en la noche invernal.

Mi mirada es severa, mi paso es constante,
en la nieve y el hielo, mi fuerza es
gigante.

A través de las tormentas, en vientos inclementes,
he forjado mi destino, en luchas persistentes.

El honor es mi escudo, la justicia, mi guía,
en el campo de batalla, no hay noche ni día.
Con cada golpe dado, con cada enemigo caído,
la gloria de la orden en mi pecho ha latido.

Soy el guardián de secretos, de historias sin fin,
del legado dorado, que defiendo hasta el fin.
En el frío de la noche, en el alba dorada,
mi juramento perdura, mi alma es templada.

Pero en el hielo eterno, una llama escondida,
un amor que en silencio ha crecido en mi vida.
Te amo, Milo, en este frío reinado,
eres el fuego que mi alma ha hallado.

Soy el caballero más frío, mas mi amor es ardiente,
un secreto dorado en mi corazón latente.

En la orden dorada, en mi misión celeste,
eres tú, Milo, la llama que en mi pecho crece.

Soy tu guardian tanto en la noche como en el día.


Narra Surt


Un tierno doncel que me consuela,
su sonrisa me enamora en cada sueño,
sus ojos, luceros en la noche vela,
mi corazón se rinde ante su empeño.

Con dulces palabras, mi alma embelesa,
y en sus brazos, encuentro mi calma,
cada suspiro es una promesa,
su amor, la melodía que al alma desarma.

Cada día me enamoras con tu sonrisa,
ojalá conocerte en la realidad de tu mira,
soñar despierto, desear tu brisa,
tu presencia, mi anhelo suspira.

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⏰ Última actualización: Jun 07 ⏰

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