Abril's pov:
Samanta se fue bastante tarde ayer por la noche, no quería, pero ella insistió en que ir tan rápido no nos ayudaría en nada.
Cellbit y Roier ya saben, ya que ayer le dije a Roier y hoy ha traído a su esposo para que se enteren de todo.
-¿Y se besaron y ya? - Preguntó enarcando la ceja. - ¿Sólo besos?
-Sí, Roier. - Murmuré molestandolo.
-¿Y lograron hablar las cosas?
-Sí, ambas concordamos en ir lento, pero... También somos adultas que... Tienen ciertas necesidades que probablemente cumplamos sin necesidad de comprometernos por ello.
-Básicamente follamigas. - Dijo Roier. - ¿Y estás bien con eso?
-Roier, no hables tan fuerte. Leo está jugando arriba. - Lo regañó Cellbit
-Yo estoy bien con ese acuerdo, y ella está bien también. Ambas nos sentimos cómodas siendo... eso que dices, y ayer... Pudimos detenernos antes de cualquier cosa.
Cellbit me miró burlón.
-Te conozco, conozco tu calentura. - Murmuró. - ¿Se detuvieron porque no querían o porque no tenían preservativos?
-Ella no traía y no quiso usar los que eran de Juan. - Dije rápidamente. - Y está bien, no hubo mucho.
-No quiero saber, Abril. Esto es asqueroso. - Gruñó Roier. - Me alegro de que te arreglarás con Samanta, pero... ¿Hablaron bien todo?
-Sí, sí. Todo bien... Hablamos de ella, de su hija... De su ex novia, de Juan, de como pasó mi compromiso con él... Y Leo, de lo que ella quería y me pedía, y lo que yo quería y le pedía, todo eso, ya sabes. - Dije rápidamente. - Luego acordamos ir lento, pero con las cosas claras no debería haber Mayor problema.
Cellbit aplaudió.
-Felicitaciones.- Sonrió. - Maduraron, ahora en vez de querer arrancarse los ojos cada cinco segundos como me comentó Nuvis, querrán quitarse la ropa.
-Muy probablemente. Como cuando eramos adolescentes y siempre estaban en el baño. - Se burló Roier.
-Exageran, no era así... - Murmuré sonrojada. - Los últimos meses sí, lo acepto. Pero eso era por Leo que estaba creciendo en mi interior.
-¿Le enseñaste aquél horrible y gastado test de embarazo? -Preguntó Roier. - Todas las madres lo guardan.
-Lo dejé olvidado en aquél hotel, yo tengo sólo la hoja médica que confirmaba el embarazo.
Mis amigos comenzaron a burlarse. Son unos idiotas.
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-Hola, hey. Quiero... Invitarlos a... Ver algo conmigo. - Sonrió Samanta entrando a mi casa.
-¿Qué cosa?
-Uh, bien... Dijiste que un departamento era peligroso para Leo, y bueno... Algo interesante de hacer música con grandes artistas es que me pagan bien por apretar dos cuerdas cada cinco segundos en un estudio o concierto, y... Me compré una casa, es algo rural, pero cómoda... Y amplia. - Sonrió y yo también.
-¿Pensaste en todo, no? - Pregunté acariciando su mejilla.
Leo bajó corriendo con su abrigo en la mano y quité mi mano del rostro de Rivers
-¡¿Nos vamos ya?! - Dijo emocionado.
-Pero aún no he dicho nada, cariño. - Murmuró Samanta y él se encogió de hombros estirando sus brazos para que ella lo tome.
-Anda, vamos - Insistió.
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-Es ésta, su jardín es grande y queda a veinte minutos de la casa de los abuelos. -Murmuró Samanta observando a Leo que iba sobre sus hombros.
-¡Es genial! ¡¿Podemos quedarnos aquí hoy?! ¡Por favor!
Piolín y Skate venían con sus correas, sin embargo el pequeño pato venía sobre el lomo del cachorro.
-Yo no tengo problema en ello. Preguntale a tu madre. - Murmuró Samanta
Asentí lentamente.
-Sino te molesta. - Murmuré. - Todo bien.
Entramos a la casa que por fuera era de madera blanca. Por dentro era hermosa, todo en un color café barnizado y brillante. Las fotografías de Leo estaban por todos lados, al final de la escalera en un grancuadro estaban las manos de Leo recién nacido entre las mías.
-¿Te gustó esa, eh? - Pregunté burlona.
Samanta asintió lentamente.
-Se ve linda. Déjame en paz.
-¡¿Dónde es mi cuarto?! - Gritó Leo subiendo las escaleras.
-¡Dice Leo! - Gritó Samanta. - Y la puerta tiene una N. - Murmuró. - Está emocionado.
-Muy emocionado. - Murmuré. Escuchamos como abrió y cerró una puerta. Probablemente su habitación.
Me acerqué a Samanta pasando mis brazos por sus hombros. Ella levantó la vista mirando a la escalera y luego tomó mi cintura al comprobar que Leo no venía.
Me pegó a la pared más cercana y comenzó a besarme. Su lengua se hundió en mi boca con rudeza mientras la sentía presionarse contra mí. Solté un gemido contra su boca y ella me hizo callar de inmediato.
-Shh... Puede oír. - Gruñó. - Se una buena chica y no hagas ruido.
La empujé levemente y me separé de ella.
-Tú sé una buena chica... - Susurré en su oído. - Sabes quien tiene el control aquí, Rivera
La sentí tensarse y sonreí. Es fácil de manipular.
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¿Disculpa? - rivari [G!P]
Fanfiction-¡Lamento haber sido una idiota! ¡Tenía sólo veinte años! - Gruñí frustrada jalando mi cabello. Ari estaba de pie observando la noche pero notaba debido al farol las lágrimas que escurrían en sus mejillas. -¡Ya casi tienes treinta y sigues siendo...