¿Disculpa? - rivari [G!P]

Capítulo 48

Meses más tarde.

Samanta's pov:

-Samanta. - Murmuró Abril moviéndome.- Samanta, despierta.

Me giré en dirección a Abril que sostenía su abdomen con una expresión de dolor en el rostro.

-¿Ya? - Pregunté y ella asintió. -Oh, mierda.

Me levanté rápidamente enredando mis pies en mis boxers que estaban en el suelo. Caí de cara y sentí que mi nariz comenzó a sangrar.

-Mierda. - Me quejé levantándome rápidamente. Tomé el bolso con las cosas de Abril y la ayudé a ponerse en pie.

-Amor, puedo sola... Vístete y ve al auto, no olvides lo de tu nariz. - Murmuró y asentí.

La vi salir de la habitación y comencéa vestirme. Voy a ser mamá... Otra vez... Joder. ¡Tendré dos bebés!

Bajé corriendo hasta el auto. Abril iba hablando por teléfono con Nuvia quien la ayudaba con ejercicios de respiración.

Mantuve mi vista centrada en el camino para llegar pronto al hospital. Estoy emocionada.

Dos niñas. Joder. Dos niñas.

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Prepararon a Abril de inmediato.Revisaron que todo estuviese bien y le pusieron aquella inyección.

-Puedes elegir la cesárea también. -Murmuró el doctor. - Ya sabes, dos bebes es mucho trabajo y...

-Doctor. - Lo detuve. - Ella eligió el parto natural.

-Ya lo sé, pero mi recomendación es que...

Abril lo detuvo con la mano y se acomodó mejor para hablar.

-Doctor, respeto muchísimo su opinión como profesional, pero... Mi cuerpo puede con ésto, me conozco y conozco mis límites, y créame que no existe ningún impedimento para mi al momento de gestar y dar a luz.

Sonreí orgullosa.

-Ya escuchó a mi señora, doctor. -Murmuré. - ¿Deberíamos empezar?

El doctor asintió y salió del lugar. Ingresó el doctor Arnett ya esterilizado.

-Bueno, vamos a traer al mundo a esas dos pequeñas. - Murmuró. - ¿Charlaron con el anestesista? - Preguntó y Abril asintió girando los ojos. - Siempre ha sido así de machista, no se sientan mal. Es un imbecil, cree que las mujeres no pueden con un parto y trata de convencer sobre la cesárea cuando la decisión es únicamente de la embarazada o persona gestante. - Murmuró. - En fin.

Revisaron la dilatación de Abril y ella seguía con aquellos calambres lumbares y abdominales, jodidas contracciones. Agradezco no poder gestar.

Me paré junto a ella sosteniendo su mano. Abril comenzó a pujar mientras me apretaba todos los huesitos. Podía sentir que en cualquier momento mi mano dejaría de servir y ya no podría masturbarme, sin embargo agradezco que ella esté dando a luz a mis hijas, por lo que... No me quejo.

Ella pujaba y podía ver como su rostro se tornaba rojo. La enfermera le indicaba como hacerlo mientras notaba las venas marcarse en su cuello.

-Te odio. - Gruñó en dirección a mí.- No te dejaré volver a tocarme.

El doctor comenzó a reír mientras Abril pujaba y soltaba comentarios agresivos hacía mí, mi miembro y... Mis dotes reproductores.

-¡Te odio! - Insistió Abril.