Tomo 1: situaciones y one Shots que no pasaron el manhwa, que sucedieron y que quizás aparezcan.
Sin contenido 18, puro amor/ tragedia o finales felices.
Capítulo referente a la ilustración que subió Mingwa por el día del niño en Corea.
Los ojos del boxeador se abrieron para encontrarse con un pequeño niño muy bonito y angelical viendolo con lágrimas en sus ojos.
La sorpresa fue tanta que no tuvo tiempo de reaccionar que terminó cayendose de la cama donde antes estaba acostado, golpeándose un poco con la mesa de luz.
Un gruñido de dolor fue lo que salió de sus labios mientras soltaba maldiciones en voz baja.
El pequeño cuerpo que estaba en la cama se acercó hasta ver a aquel hombre tirado en el suelo; hombre que era su pareja.
-Jaekyung, n-no de que paso..
Joo Jaekyung se quedó en silencio cuando escucho la voz de su fisioterapeuta y novio en la habitación, giro la cabeza en todas las direcciones buscando a su hombre pero solo estaba el niño.
Jaekyung se lo quedó mirando fijamente para preguntar en voz baja:
— ¿Dan?
Solo para recibir un movimiento de su cabeza mientras seguía llorando en silencio.
Con un suspiro, el boxeador tomo entre sus manos al pequeño niño y alzarlo.
—Sh, ya está Dan, te cuidare hasta que vuelvas a hacer tu nuevamente.
El castaño sonrió aún con pequeñas lágrimas corriendo por sus mejillas. Jaekyung las recogió con sus dedos mientras le daba una sonrisa suave a su pequeño novio -hijo.
_Ire a comprar ropa para ti Dan, el uniforme te queda grande. Ni siquiera se para que te lo pusiste.
El boxeador colocó al fisioterapeuta mini en la cama, tapándolo con las enormes colchas se dirigió al baño para darse un refrescante baño.
Cuando salió de allí tomo lo primero que vio para marcharse a comprarle ropa nueva a Dan.
Había que aprovechar.
Cuando regreso a su penthouse, vistio como se le dió la gana a su novio y de recompensa le regaló un chupetín.
Le gustaría quedarse con Dan en casa, comprándole cosas para su disfrute pero debía ir al gimnasio y solo, Kim Dan no se quedaría.
Lo primero que se topo cuando llegó fue ver a Heesung en el gimnasio, eso no era raro, lo raro fue verlo como un niño. Y a su lado estaba Papa.
El boxeador terminó gruñiendo de enfado al ver cómo esos dos ahora estaban encima suyo, si tuviera al entrenador Park con él no se estaria quejando demasiado.
Y así fue como un día común y corriente dejó de ser.
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