El precio de la fama

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Sangre caliente brota de las dos profundas heridas de mis muñecas, sentada en el suelo apoyada en la pared observo mi reflejo en el enorme espejo que tiene por techo este baño.

»Mi vida a ojos de cualquiera puede parecer perfecta y en cierta medida lo es, pero ningún ser humano es realmente feliz mucho menos perfecto, solo tenemos pequeños y efímeros momentos de felicidad por los que nos pasamos una vida entera luchando para poder encontrarlos«

No sé porqué pero no puedo moverme, me estoy desangrando y no puedo hacer nada para evitarlo. Mi salud mental no está muy bien que digamos y últimamente no me siento feliz aunque así lo aparente, pero por mi cabeza no ha pasado nunca la idea de querer suicidarme, y es exactamente eso lo que va a parecer cuando encuentren mi cuerpo sin vida.

No le temo a la muerte pero si voy a irme de este mundo no puede ser así, con la duda de no saber quién carajos me quiere muerta.

¿Cuánto odio me tiene que tener esta persona para haber llegado tan lejos?

14 horas antes

El flash de las cámaras al tomar fotos me incomoda. Estoy en una conferencia de prensa de Kissex, la serie juvenil más famosa del país que me abrió las puertas a la fama, el dinero y la posibilidad de estudiar lo que amo: Modelaje.

Me duele mucho la cabeza pero no dejo de sonreír, ya estoy acostumbrada a sobreponer las apariencias antes que mi propio bienestar.

―¡Katherine Hastings! ―Una Periodista llama mi atención―. ¡En esta nueva temporada de la serie se puede observar una gran evolución de los personajes, diríamos que mucho más, ¿maduros?

―¡Sí!, ¡así es! ―Digo con una amable sonrisa.

―¡Qué puedes decirnos sobre tu escena de sexo explícito y qué opinan tus familiares al respecto!

Por un minuto me quedo estupefacta y los recuerdos del momento en que le imploré al director que quitara esa escena me invaden.

―¡Por favor aún no estoy preparada para ser expuesta de esa forma!. ¡Usted mejor que nadie sabe los prejuicios de toda la gente de esta ciudad!

―¡Ay por favor, eres una actriz y esta no será la primera ni la última que tendrás que hacer! ―Exclama Erick Estrada, el director y guionista principal.

―¡Usted sabe que mi interés es el modelaje, no la actuación. Esto sólo lo hago porque ustedes me obligaron.

―¡Tienes un contrato que cumplir y lo sabes perfectamente, si no fuera por esta serie no pudieras perseguir tu sueño de ser modelito, ni tener la fama y dinero que gozas ahora!

Luca me da un empujoncito y caigo en la realidad.

Donatella mi asistente sale he intenta salvar la situación porque me he quedado muda pero la interrumpo antes de que empiece a hablar.

―¿Cómo se llama usted?

―Claudia señorita ―Respondió la periodista.

―Bueno Claudia, la verdad es que los actores debemos de entregar todo nuestro ser a cada personaje que interpretemos, cuándo realicé esa escena no era yo sino Marina, una chica que evidentemente tiene sus propias experiencias personales como cada uno de nosotros. También deberías saber que KISSEX es una serie dedicada a reflejar en pantalla los principales conflictos por los que atraviesan los adolescentes entre los cuáles se encuentra su sexualidad, es completamente normal ―Respiré y le sonreí―. Volviendo a tu pregunta, yo como actriz me siento muy orgullosa de lo que hago, y mi familia a pesar de ser católicos poseen un alto nivel cultural, así que comprenden que este es mi trabajo y lo respetan.

»Todos me miran y sé que notaron que la pregunta me afectó, mi reacción tal vez fue un poco exagerada pero no me importa«

Doy gracias de que luego de mi momento incómodo se hicieron par de preguntas y la conferencia terminó. Ahora estoy en la camioneta con el elenco de protagonistas de KISSEX, en total somos cuatro: Luna Bridgestone, Luca Borelli, Tina Martínez y yo.

Cuando llegué a el INA(instituto Nacional de arte) pensé que mi vida estaba resuelta, que por fin sería una chica feliz y segura de si misma que no tendría miedo a brillar porque eso, es lo que siempre he soñado.

―¡Oye! ¿estás bien? ―me pregunta Tina con su mano en mi hombro―. Esa reportera se pasó, no tenía por qué preguntar eso. Lo siento mucho Kathy, primero todos los mensajes de odio que recibiste por esa escena y ahora esa periodista impertinente. ¡Son todos unos pacotilleros de mierda!

La representación de Tina sobre como quisiera meterles el micrófono por el culo me desarma de la risa y se lo agradezco.

―¿Oigan de que se están riendo? ―Interviene Luna cuando de repente damos un frenazo.

―¡Qué mierda te pasa Roderick! ―Le grita Luca al chofer.

Luca se pasó todo el camino durmiendo con la chaqueta en la cara. Desde que hicimos esa escena no nos hemos mirado la cara fuera del set de grabación. ¡Qué vergüenza!

Alcanzo a ver que hay dos camionetas blancas obstruyendo nuestro camino, la puerta corrediza de nuestro auto se abre de un tirón y suben tres hombres encapuchados con pistolas.

―¡Levanten las manos hijos de puta!, ¡Esto es un secuestro!

»¡No puede ser verdad!, ¡Por favor que sea una broma!«

Los tres hombres nos mandan a bajar y fuera hay otros tres de ellos. Nos piden que mantengamos las manos en alto y nos ordenan estar uno al lado del otro de espaldas contra a la camioneta. Me estoy cagando de miedo, no puedo creer que sólo a un año de ser famosa ya estoy siendo secuestrada. Observo los alrededores y estamos en un camino rodeado de bosque. No hay nadie ni nada aquí.

Uno de los encapuchados pasa revisando uno a uno, está tocando muy inapropiadamente a Luna y a Tina sólo para quitarle el celular, luego pasa donde Roderick y el inútil le pregunta donde está su móvil, claro a él si no lo manosea. Llega donde Luca y este refunfuña. Termina por empezar a toquetearme y me remuevo de asco.

―¿Que pasa?, no te hagas la tímida, ¡el país entero se sabe de memoria tus tetas y lo zorra que eres!

Me muerdo los labios y una lágrima se me escapa. Luca se gira y lo empuja.

―¿Eres un estúpido de mierda!, ¡Escoria! ―Le grita antes de escupirlo.

Dos de los secuestradores lo agarran y se lo llevan a una de las camionetas en las que nos detuvieron. Indican a Roderick, a Tina que está llorando y a Luna que suban a el mismo carro dónde llevaron a Luca, me toman del brazo y....

»¡Espera!

¿A mi me llevan sola a la otra camioneta? ¿Por qué?«

Este es el preciso momento en que no sabes que sentir además del profundo miedo que se te cuela hasta los huesos.

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