Capítulo 1.2: Diálogo en la Oscuridad

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Eclipse, retrocediendo ante la resistencia de Hiroki, se sumerge en una conversación con Kodokuna, la sombra líder que personifica la soledad y el aislamiento emocional. 


La oscuridad palpita en el rincón más sombrío del patio, donde Eclipse se retira momentáneamente, buscando el refugio de la penumbra. En ese espacio entre sombras, Kodokuna, la figura líder, espera con una presencia imponente que refleja su descontento. Otras sombras, siluetas burlonas, se acercan para observar la conversación, disfrutando del conflicto interno de Eclipse. 


Eclipse: (Respirando con dificultad) Kodokuna... 

Kodokuna: (Furioso) ¿Por qué retrocedes, Eclipse? ¿Acaso no entiendes que la debilidad no es tolerada en nuestras sombras? 


En las sombras circundantes, siluetas burlonas de otras sombras se acercan, susurrando risas malévolas al ver la reprimenda que Kodokuna dirige a Eclipse. 


Sombra Burlona 1: ¿Eclipse no pudo con la luz? ¡Ja! ¡Qué débil! 

Sombra Burlona 2: Kodokuna no tolerará a un fracaso como él. 

Eclipse: Fue... fue la luz. Aya... ella... 

Kodokuna: (Desprecio) La luz es tu enemiga, Eclipse. Deberías haber envuelto a ese muchacho en nuestra oscuridad, no retirarte como un cobarde. 


Las risas burlonas crecen en intensidad, desluciendo las palabras de Eclipse y hundiéndolo en la vergüenza. 


Sombra Burlona 3: ¡Miren a Eclipse retroceder como un perro asustado!

Kodokuna: (Aumentando su presión) No hay excusas. Si no puedes cumplir con tu propósito, entonces eres inútil para mí. La soledad, Eclipse, es la única lealtad que no falla. Y tú, al retroceder, has fallado. 


Eclipse, sintiendo el peso de la decepción de Kodokuna, baja la cabeza, sumido en la vergüenza de su aparente debilidad. 


Después de la conversación entre Kodokuna y Eclipse, la oscuridad del patio de la escuela parece adquirir un matiz más sombrío. Eclipse, afectado por la decepción de Kodokuna, se desliza entre las sombras con una presencia menos segura. Las otras sombras, testigos de su supuesto fracaso, susurran risas burlonas que se entrelazan con la penumbra. 


Las sombras en el rincón oscuro del patio se agitan con expectación y descontento. Eclipse, la sombra que retrocedió ante la luz de Aya, se desplaza entre ellas, sus tentáculos retorcidos palpitan con una energía menos convincente. Kodokuna, la sombra líder, observa con ojos críticos desde la distancia, sin disimular su desdén. 


Sombra Burlona 1: ¿Vieron a Eclipse? ¡Ni siquiera pudo envolver a ese muchacho! 

Sombra Burlona 2: Kodokuna lo va a castigar, seguro. Eclipse es un fracaso.

Sombra Burlona 3: ¡Ja! ¡La luz de Aya lo asustó como a un niño!


Las risas burlonas resuenan en la oscuridad, creando una cacofonía de descontento entre las sombras. Eclipse, marcado por la desaprobación de Kodokuna, se siente acorralado por la vergüenza. 


Entre las sombras, Eclipse busca recuperar su compostura. Sus tentáculos, que antes se movían con determinación, ahora se deslizan con vacilación. Cada paso que da está acompañado por la risa mordaz de las sombras que lo rodean. Kodokuna, desde su posición elevada, observa confrialdad, evaluando el impacto de esta aparente debilidad. 


Kodokuna: Eclipse, tu falta de fuerza es decepcionante. La soledad no permite debilidades. 

Eclipse: (Tratando de justificarse) Fue la luz de Aya. No esperaba...

Kodokuna: (Interrumpiendo) Las sombras no pueden temer a la luz. Si no puedes superar este obstáculo, entonces eres un lastre. 


Las sombras burlonas continúan su alboroto, alimentando el descontento en el rincón oscuro del patio. Eclipse, en un intento de recuperar su posición, se adentra nuevamente en la oscuridad, decidido a probar su valía. Kodokuna, sin embargo, observa con ojos críticos, preguntándose siesta sombra podrá redimirse o si su debilidad se volverá una mancha permanente en la oscuridad que representan

Entre Sombras y EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora