| ᗴᖇᗴՏ ᑌᑎ IᗪIOTᗩ...ᑭᗴᖇO ᗴᖇᗴՏ ᗰI IᗪIOTᗩ | [ Freddy x Monty]

CAPÍTULO 8. EL CONTROL DE VANNI

Después de prácticamente desmantelar al animatrónico de la Luna, Freddy se quedó observándolo con incredulidad comenzando a sentir la culpa de haber lastimado a alguien tan Preciado para él, pero fue entonces que la voz del pequeño niño a su lado lo sacó de sus pensamientos.

Gregory: Está bien....no era él mismo

Freddy observó a Gregory con sorpresa ante sus palabras.

Freddy: ¿A que te refieres Gregory? ¿Qué quieres decir con que no son ellos mismos?

La mirada del oso era tan penetrante que pondría a cualquiera con la piel de gallina, pero Gregory sólo desvió la mirada con nerviosismo mirando a Moon que yacía sobre el suelo y comenzaba a explicar.

Gregory: Sus ojos, cuándo miro sus ojos siempre destellan una luz morada, pero no es normal...siempre que miro sus ojos me provocan escalofríos, y estoy seguro que eso no es algo que un animatrónico deba transmitir cuando mira a los niños

Freddy se quedó en silencio bastante pensativo recapitulando cada uno de los comportamientos que tenían sus compañeros desde que despertó en su habitación después de haber fallado en el escenario. Gregory miró a su amigo antes de comenzar a caminar hacia una ventana que había llamado bastante su atención, del otro lado de aquella ventana se encontraba lo que parecía ser una enorme sala completamente vacía a excepción de la enorme cabina que se encontraba en el medio de aquella solitaria sala, Gregory no podía apartar su mirada de ésta mientras se perdía en sus pensamientos, ésto llamó la atención del oso y se dirigió hacía donde se encontraba el niño observando la cabina, pero claro ¿cómo había podido olvidar eso asombrosa máquina? Recordaba a la perfección haber entrado ahí innumerables veces para recibir alguna reparación o ajuste necesario, y claro que no había sido el único, también recordaba que detrás de esa máquina habían unas puertas que los transportaban a sus habitaciones, ésto era simplemente grandioso, con ayuda de esa máquina y de alguna persona que fuera capaz de usarla, sería capaz de reparar a cada uno de los animatrónicos, incluyendo a su mejor amigo quien se encontraba debajo de su propia atracción, Freddy se encontraba tan feliz que incluso había olvidado la situación en la que se encontraba, pero fue entonces que de las bocinas viejas que se encontraban en el lugar comenzó a sonar una especie de música que parecía pertenecer a algún pirata, pirata.....ese concepto se le hacía muy familiar a Freddy, pero había pasado tanto tiempo que casi había olvidado a otro integrante muy importante de la banda, alguien que se encontraba a su lado incluso mucho antes de que Roxy se les uniera como pianista.

Un zorro, ahora lo recordaba, recordaba a ese carismático pirata, se preguntaba qué había sucedido con ese compañero tan pintoresco, intentaba recordar más de él, pero fue interrumpido por el niño quien nuevamente lo sacó de sus pensamientos.

Gregory: Tenemos que irnos de aquí...l-la coneja está cerca...puedo sentir el terror....

Gregory se encontraba lo suficientemente alterado como para alertar a Freddy, quien inmediatamente tomó al niño en brazos y se escondió detrás de la cabina justo a tiempo. De la puerta salió una extraña figura que nublaba un poco la vista de Freddy, pero lograba ver una especie de estática moviéndose con rapidez con apariencia de conejo, ahora entendía a que se refería Gregory, comprendía el terror que esa coneja le provocaba, pues para lograr ser invisible ante su escáner, tenía que ser alguien que conociera perfectamente su tecnología como para burlarla con tanta facilidad como lo hacía aquella silueta.

Gregory: Ella es la causante...

Freddy miró al niño al escuchar aquellas palabras, la mirada del pequeño aún se encontraba fija en el lugar donde la coneja había pasado antes de desaparecer de sus vistas.

Gregory: Ella es quien afecta a los animatrónicos...pero ¿cómo?

Se quedó pensando por un momento mientras paseaba su vista por el lugar como si fuese a darle la respuesta que buscaba, y no esperaba que así fuera, al menos no hasta que su mirada se posó en el animatrónico que se encontraba inconsciente en una de las esquinas que aparentemente había logrado pasar desapercibido ante la mirada de la coneja.

Gregory: Quizá podamos encontrar la respuesta si lo revisamos

Mencionó Gregory mientras señalaba a Moon, a lo cual Freddy lo siguió con la mirada hasta observarlo con atención y soltar al niño para levantarse y dirigirse al animatrónico, al cual tomó en brazos y llevó lejos de la simple vista por sí a la coneja se le ocurría volver.

Freddy: Dijiste que cuando lo miraste a los ojos destellaba una luz morada ¿no? Quizá la fuente de todo se encuentre en su tarjeta madre...

Freddy giró al animatrónico de la luna notando que de su espalda sobresalía lo que parecía ser un chip de color morado, quizá eso era lo que envenenaba la conciencia de sus compañeros. Intentó retirar el chip, pero éste simplemente no se movía ni aflojaba, era como si el circuito de Moon estuviera absorbiendo el chip, al ver que no podría deshacerse de los chips con facilidad, Freddy soltó un suspiro algo decepcionado y reposó el cuerpo de Moon contra la cabina de recarga para levantarse y caminar tranquilamente hasta ese almacén y abrir la puerta.

Freddy: Ahora que sabemos que es lo que los obliga a actuar así, necesito encontrar la manera de desactivar esos chips....tiene que haber una manera

Gregory miró a su amigo antes de tomar su mano y guiarlo hasta la puerta que tenía el símbolo de un oso y llegar hasta un elevador que los llevó hasta la habitación que le pertenecía precisamente a Freddy, ahora que las puertas estaban abiertas no tendría problemas en salir de la habitación. Una vez fuera, ninguno de los dos presentes se habían percatado de que estaban siendo seguidos por cierto caimán, quien a pesar de su condición se arrastraba por el centro comercial en completo silencio en su búsqueda del niño, su mirada se encontraba fija en el pequeño humano que se encontraba caminando con tanta tranquilidad al lado del oso, los ojos de Monty mostraban un destello morado junto a una gran rabia, quizá había sido por perder sus piernas, o quizá había sido por algo más, ni siquiera se sabía si los animatrónicos eran capaces de pensar en ese estado, quizá en su mente solo se encontraba la orden que se les fue dada.
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