Capítulo 10.

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            🌸 Capítulo 10.

            Celos y más celos.

El hombre, sin más excusas que ofrecer, se apartó de la puerta, cediendo ante la determinación de Namjoon

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El hombre, sin más excusas que ofrecer, se apartó de la puerta, cediendo ante la determinación de Namjoon. Con gesto decidido y su corazón latiendo erráticamente en su pecho.

Namjoon corrió las cortinas que cubrían la puerta, como si estuviera desvelando un oscuro secreto oculto tras ellas. Respiró profundo, sintiendo el peso de la incertidumbre en el aire, y se preparó para enfrentar lo que fuera que encontrara al otro lado...

~

Dio un paso al frente, buscando con la mirada a su hermano.
—¡Tae! —lo llamó, elevando su voz.

-—Aquí. —respondió lo más tranquilo que podía, aunque su sonrisa denotaba una leve travesura.

Los tres estaban al borde de la piscina, con los rostros apoyados en las manos, luciendo muy inocentes, pero con chispas de diversión en sus ojos.

—¿Qué... Qué hacen en la piscina? —preguntó confundido, notando la frescura del agua en el aire.

—Estábamos cansados del viaje y decidimos refrescarnos un poco —explicó Jungkook, su sonrisa ampliándose mientras disfrutaba del momento.

"Pocos minutos antes..."

—Señor Jeon, déjeme pasar. —dijo Namjoon levantando su voz en tono demandante y nervioso.

Taehyung escuchó a su hermano a lo lejos. —Nam. —susurró el Omega, abriendo sus ojos mientras los labios de Min apenas rozaban los suyos.

El aire pareció detenerse por un instante, impregnado del magnetismo de su cercanía. Ninguno quería separarse, pero sabían que debían hacerlo por el bien de Taehyung. Con un doloroso pero necesario movimiento sincronizado, se apartaron y se apoyaron en el borde de la piscina, ocultando así la pasión desbordante que había latido entre ellos apenas unos momentos antes.

~

—Hace frío... y podrías enfermarte.—dijo Namjoon buscando una excusa para alejar a su hermano de los Alfas.

—Nam.—sus ojos se cristalizaron y en sus labios se abultaron. —El agua está tibia. —susurró como una súplica. En su mirada brillaba la necesidad de permanecer junto a ellos.

Jungkook sintió el cambio en el aroma de su Omega, aquel dulce perfume ahora tenía toques agrios que envenenaban el aire a su alrededor. Sus ojos se tornaron rojos carmesí, reflejando la furia contenida de su lobo interior. —Tae se queda con nosotros. —afirmó con una voz que resonaba con autoridad, desafiando cualquier oposición.

Namjoon le lanzó una mirada filosa, su semblante endurecido por la determinación. —Tae, sal del agua. —ordenó con voz firme, aunque su mirada seguía clavada en Jungkook, desafiante y desconfiada.

DestinaDOS (KookV/YoonV) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora