CAPÍTULO 10

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Al llegar Mash miró aquella vivienda, quizás no era tan grande como la mansión en la que el vivía, la verdad es que eso no le importaba, pero siempre había creído que las casas como la de los hermanos Madl y Ames, se veía aún más acogedora que cualquier otra, le hacía recordar a Regro, el hombre que lo crío y le gustaba aún más que su actual vivienda.

— ¿Gustan algo de beber? – preguntó Finn.

— Sí, por favor. – hablo Lance.

Finn se dirigió a la cocina junto con Wirth para traer algo, Lance, Mash y Dot se quedaron en la sala con Orter y Rayne.
La tensión era bastante entre Madl y Crown, aunque a este último parecía no importarle ya que estaba demasiado tranquilo apesar de tener esa mirada tan fría sobre él, Dot y Mash por otra parte se mantenían al margen de esa situación.
Aunque en ese momento Rayne era quien más estaba emocionado, la persona de la que estaba enamorado se encontraba en su hogar, tan cerca, le provocaba una calidez agradable en el corazón.

— Ya volvimos. – llegaron Finn y Wirth con algo para todos.

— Muy bien, creo que debemos empezar a adelantar algo de nuestras tareas. – hablo Wirth.

— Me parece bien. – hablo Lance.

Los menores se quedaron en la sala resolviendo sus tareas y trabajos, mientras Rayne se había retirado a su habitación para poder cambiarse.
Mientras lo había como cada día que podía apreciar el nombre de su amor en la piel, era como el tesoro más valioso de su vida, solo imaginar que en algún momento... Él y Mash... La sola idea de tenerlo a su lado como pareja hacia sonreír de una manera que jamás podría hacerlo frente a alguien más. Cuando estuvo vestido de quedó un rato más en la habitación tomando unos a uno sus conejos para cepillarlos.

— Finn podría usar tu baño. – pregunto Mash con calma.

— Ay, claro. – le miro.– nosotros te esperamos.

Se levanto y camino por el pasillo, pero no sabía cual era el baño, no fue hasta que se decidió por abrir una de las puertas, encontradose con un Rayne rodeado por varios conejitos, la escena era bastante linda y bastante divertida, el de cabello negro se sintió apenado por haber entrado de aquella manera.

— Pe-perdona, yo solo buscaba el baño.

— Ah... Ya, no, no te preocupes.

Rayne se sintió bastante avergonzado por la situación, pero bueno tarde o temprano lo iba a saber ¿No?
Sí iba a ser su futuro esposo tendría que saber su gusto tan... Tan grande por los conejos.

— Entonces sí te gustan mucho los conejitos. – sonrió. –

La sangre de Rayne se congelo, esa sonrisa, tan hermosa, pura y sincera, que tanto le gustaba y lo había cautivado desde la primera vez que lo miró, deseaba que esas sonrisas fueran para él, cuando lo mirara a él, cuando lo abrazará, le hablara, el egoísmo se apoderaba de su corazón cuando esas expresiones tan hermosas parecían en el rostro de Burnedead, porque deseaba que solo fueran para él.
Deseaba con toda su alma cuidar que jamás desapareciera esa expresión de su rostro, quien hiciera que ya no esté... Juraba que lo pagaría muy caro.

— Son lindos.

— Ven, puedes verlos si quieres.

Rayne y Mash se sentaron a acariciar a aquellas pequeñas bolas blancas, parecía que les agradaba Mash, se reunían junto a el creando una escena hermosa a los ojos de Rayne.

Mientras tanto...

— ¿Entonces ellos ya manifestaron el nombre? – pregunto curioso Finn.

— Sí, yo me sorprendí cuando me lo dijeron. – contestó Wirth. – creo que era obvio que se vería rápido, Abyss y Abel realmente se quieren demasiado.

Tu nombre. ( Rayne x Mash ) EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora