En un mundo, donde las almas gemelas manifiestan el nombre de su destinado en cualquier parte del cuerpo cuando se encuentran por primera vez.
Hace años que ambos se encontraron y fueron separados, pero el destino se encargará de reencontrarlos y p...
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Lloyd Cavill estaba realmente sorprendido y furioso, mirando a Mash se acercó dos pasos, pero el de cabello negro no se movió, se quedó en su lugar esperando a ver qué pasaría y si tendría que darle una buena paliza a este sujeto.
- ¿Como te atreves a rechazarme? - le miro con rabia.
- Porque puedo y como te dije... Quiero a alguien más. - Mash tomo sus cosas y dió media vuelta. - Así que no insistas.
- Te va a pesar, te lo juro. - Advirtió mirándolo aún más molesto.
Camino directamente a donde estaba Finn y Rayne, quienes los recibieron con una sonrisa y desde ese día Lloyd Cavill tenía en la mira a Mash Burnedead todo el tiempo.
Para el fin de semana, Mash, despertó como de costumbre temprano para así vestirse y salir a hacer su rutina de ejercicios, acabado el calentamiento se dispuso a hacer flexiones y demás, fue cuando comenzó a correr que se percató de que no estaba solo, Doom, estaba también trotando y ambos se detuvieron un momento.
- No sabía que los sábados estabas fuera tan temprano. - hablo el mayor.
- Ni yo, lo siento, creo que... - no acabo su oración pues fue detenido por Doom.
- No, está bien, ¿Te parece correr juntos? Ciertamente viene bien un poco de compañía de vez en cuando.
Esto sorprendió a Mash, pues uno de los demás hijos de Ciryl estaba siendo amable con él, lo cual le extrañaba mucho en verdad pero aún así se sintió realmente complacido por poder hacerle compañía a Doom, porque si había algo en lo que el hermano mayor y el tenían en común era su gran pasión por mejorar sus estados físicos y había que admirar que ambos poseían una complexión física digna de ver y envidiar.
- ¿Te has sentido bien aquí? - hablo el de cabello blanco. - sí no es así, lamento que te sientas apartado.
- Bueno, Domina hace que las cosas sean mejores. - le sonrió.
- Aún así, quiero disculparme adecuadamente por no actuar como debería.
Aunque Mash sabía que Doom era casi ciego, era increíble porque tenía unos reflejos y sentidos asombrosos que por eso cuando llegó por primera vez quiso ser cercano a él por lo genial que le parecía pero parecía ser que Doom no era alguien muy sociable o al menos eso parecía, escucharlo decir esas palabras era algo que hacía que su corazón se sintiera de una forma que podía asegurar que le brindaba... Seguridad.
- Gracias, Doom. - respondió con calma. - pero aún no te perdonó del todo.
- Ah... - rió con suavidad mientras dejaba su mano en el hombro de Mash. - entiendo, entiendo.
- ¿Entonces podemos ser amigos? - preguntó con curiosidad ante la respuesta que viniera.
- Somos hermanos. Cómo dije, quiero pedirte disculpas y además, quiero que te sientas bienvenido aunque sea algo tarde ya, pero creo que... Es hora de que tome mi papel como debe ser, la verdad es que no me ha gustado ver la forma en la que Famin se mete contigo.
