SCENE FOUR: I'm seeing visions. Am I bad or mad or wise?*

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No sé cómo describir las siguientes semanas. Hoseok desaparecía ocasionalmente. Los días se tornaban más largos cuando lo hacía. Mi cerebro a veces jugaba al "¿qué pasaría si esta vez no regresa? No, en serio, ¿qué pasaría?" No, en serio, cállate. Y justo cuando pensaba que no regresaría y creía estar teniendo alucinaciones de él a través de la puerta de cristal del hospital, parado bajo la luz del sol distraído con una mariposa revoloteando a su alrededor; justo cuando creía que era demasiado guapo para ser real, se giraba al instante correcto y sonreía. La sorpresa no duraba lo suficiente como para interrumpir su sonrisa. Justo en ese momento no creía que estaba dispuesta a darle a esa idea comercializada del amor otra oportunidad. Solo veía a un Hoseok en vaqueros y chaqueta marrón caminar hacia mí y tengo la firme certeza de que lo veía como el Jesús que venía a curar todas las enfermedades o algo parecido. Lo veía parado frente a mí con esa sonrisa ladina inocente colocando una de las flores que había recogido antes detrás de mí oreja.

- ¿Ocupada, Dra. Park?

- No... sí, sí, digo sí. – se ríe y parece detener el tiempo y los químicos en mi cerebro aparecen en las combinaciones necesarias.

- Solo pasaba para decirte que tu nuevo escritorio está listo... puedes verlo cuando quieras.

- ¿El escritorio? ¡Ah, sí, el escritorio! Claro. Fantástico. Creo que puedo esta tarde.

Es todo ese menjurje verbal en realidad estaba pensando en donde iba a meter un escrito de 2 metros de largo en mi pequeño apartamento.

- Genial.

- Dra. Park. – se escucha por el megáfono. – Se la solicita en emergencias

Mi cerebro escuchaba, pero estaba más entretenida sonriendo como estúpida. Al segundo llamado Hoseok me saca de mi ensoñación:

- ¿No eres tú? – mi cuerpo reacciona.

- ¡Ah, sí, soy yo! Me tengo que ir. – sin establecer una conexión clara entre mi cuerpo y mi cerebro aún, me despido de Hoseok con un beso en la mejilla. Al girarme dispuesta a irme, me congelo. Qué. Acabo. De. Hacer. Ladeo la cabeza un poco y me encuentro con un Hoseok petrificado y... ¿sonrojado? Creo que es lo más tierno que he visto nunca. Le sonrío con complicidad y finalmente me voy caminando más rápido de lo normal.

En la sala de emergencias, Eu-jin me pregunta porque sonrío tanto poniendo una sonda. Le digo que me hace feliz que mis pacientes puedan orinar bien.

...

*Guilty as sin – Taylor Swift.

A lifetime - Hoseok, T/n.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora