No sé cómo describir las siguientes semanas. Hoseok desaparecía ocasionalmente. Los días se tornaban más largos cuando lo hacía. Mi cerebro a veces jugaba al "¿qué pasaría si esta vez no regresa? No, en serio, ¿qué pasaría?" No, en serio, cállate. Y justo cuando pensaba que no regresaría y creía estar teniendo alucinaciones de él a través de la puerta de cristal del hospital, parado bajo la luz del sol distraído con una mariposa revoloteando a su alrededor; justo cuando creía que era demasiado guapo para ser real, se giraba al instante correcto y sonreía. La sorpresa no duraba lo suficiente como para interrumpir su sonrisa. Justo en ese momento no creía que estaba dispuesta a darle a esa idea comercializada del amor otra oportunidad. Solo veía a un Hoseok en vaqueros y chaqueta marrón caminar hacia mí y tengo la firme certeza de que lo veía como el Jesús que venía a curar todas las enfermedades o algo parecido. Lo veía parado frente a mí con esa sonrisa ladina inocente colocando una de las flores que había recogido antes detrás de mí oreja.
- ¿Ocupada, Dra. Park?
- No... sí, sí, digo sí. – se ríe y parece detener el tiempo y los químicos en mi cerebro aparecen en las combinaciones necesarias.
- Solo pasaba para decirte que tu nuevo escritorio está listo... puedes verlo cuando quieras.
- ¿El escritorio? ¡Ah, sí, el escritorio! Claro. Fantástico. Creo que puedo esta tarde.
Es todo ese menjurje verbal en realidad estaba pensando en donde iba a meter un escrito de 2 metros de largo en mi pequeño apartamento.
- Genial.
- Dra. Park. – se escucha por el megáfono. – Se la solicita en emergencias
Mi cerebro escuchaba, pero estaba más entretenida sonriendo como estúpida. Al segundo llamado Hoseok me saca de mi ensoñación:
- ¿No eres tú? – mi cuerpo reacciona.
- ¡Ah, sí, soy yo! Me tengo que ir. – sin establecer una conexión clara entre mi cuerpo y mi cerebro aún, me despido de Hoseok con un beso en la mejilla. Al girarme dispuesta a irme, me congelo. Qué. Acabo. De. Hacer. Ladeo la cabeza un poco y me encuentro con un Hoseok petrificado y... ¿sonrojado? Creo que es lo más tierno que he visto nunca. Le sonrío con complicidad y finalmente me voy caminando más rápido de lo normal.
En la sala de emergencias, Eu-jin me pregunta porque sonrío tanto poniendo una sonda. Le digo que me hace feliz que mis pacientes puedan orinar bien.
...
*Guilty as sin – Taylor Swift.
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A lifetime - Hoseok, T/n.
Fiksi PenggemarJung Hoseok, no era normal. Y lo digo en el amplio sentido de la palabra. No era normal y tampoco creo que tenía ningún interés en serlo. No me gusta aventurarme en la idea de que, si no hubiera sido lo que era, no me habría fijado en él. Porque lo...