2-Una Bienvenida Inesperada-

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NARRADOR AURON

''No es necesario que escondas quién eres''

Digamos que mi mañana no ha sido muy tranquila , la decisión de mudarme sonaba mejor en mi cabeza, el ajetreo que supone llevar todas tus pertenencias de un lado a otro es una tortura y para colmo no conozco a nadie ni cómo llegar a los sitios aquí, lo único en estos momento que me podía ayudar era un mísero mapa de ''Karmaland''.

Aun así, es lo mejor que podía hacer y era mi única ''vía libre'', si se puede denominar así, necesitaba salir de ahí fuera como fuese.

Mientras intentaba averiguar como mierda podía llegar al maldito ayuntamiento con la ''ayuda'' del mapa, empecé a notar como algo pequeño se apoyaba en mi pierna derecha. Confundido decidí dirigir mi vista hacia abajo.

¿Un cerdo?, sí, un cerdo se había apoyado en mi pierna y me estaba mirando con curiosidad. Parecía que se había escapado ya que este llevaba un collar con su nombre "Manolo". Con cuidado me agaché y lo sostuve entre mis brazos.

-Hola amiguito ¿Te has perdido?-le pregunté como si me fuera a responder.

Sin saber que hacer, miré a mi alrededor en busca de alguna pista que me pudiera decir algo para poder ayudar al animalito , y fue entonces cuando a lo lejos divisé a alguien correr a toda velocidad hacia mí .

Al acercarse más a mí, pude ver que era un chico un poco bajo , de tez pálida , castaño y con unos ojos azules bastante bonitos. De repente una ráfaga de un aroma dulce llegó hacia a mi y esto provocó que mis feromonas se disparan de una manera muy extraña. ¿Qué cojones?

Se le veía muy exaltado ya que había corrido mucho y parecía estar muy nervioso ante mi presencia.
Decidí empezar yo mismo la conversación y preguntarle si el animalillo era suyo, a lo que me respondió que sí y se disculpó por las molestias.

El chico, bastante nervioso, dijo que se llamaba Luzu y aparentemente era mi vecino, me ofreció ayuda y dijo que si necesitaba algo me ayudaría con lo que fuera.

--Pues la verdad es que necesito ayuda--contesté un poco desesperado.

--¡Claro!, ¿en qué puedo ayudarte?--dijo con una expresión un tanto dudosa.

--¿Me puedes guiar hasta el Ayuntamiento ? Es que acabo de llegar, no conozco a nadie y no sé dónde puedo encontrarlo -- dije intentado sonar menos desesperado.

-- Sí, claro, solo sígueme, no tiene pérdida--dijo con un tono cortante y un poco triste.

Le agradecí y seguí tal y como él me había indicado.

Estuvimos charlando todo el camino y aunque seguía regalándome una bonita sonrisa y me pareció que se encontraba muy incómodo.

--Y...¿se te está haciendo muy difícil esto de mudarte?--dijo con un todo de tranquilidad.

--La verdad es que muy agotador si, y no sabes lo que te agradezco que me ayudes, de verdad no sabía que hacer.--solté en modo de agradecimiento.

Este asintió y justo llegamos a mi destino.

--Bueno este es el Ayuntamiento, si me disculpas tengo cosas que hacer y no me puedo parar mucho, ya sabes si necesitas algo estoy a tu lado-- dijo despidiéndose.

Le agradecí y sostuve mi mirada en el hasta que desapareció .

Ese encuentro me dejó una extraña sensación en el cuerpo, sentí algo que nunca había sentido antes, como si tratara de ocultarme algo...

A pesar de que ese extraño encuentro me dejó un poco curioso, dejé mi embobamiento y me centré en lo que tenía que hacer (entrar en el ayuntamiento) .

¿Que escondes?.

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