♡No Importa Quién Seas♡

5-¿Conocerte?-

                   NARRADOR AURON.

Tal vez esto no sea tan malo.

Era tan frágil, se notaba perfectamente lo asustado que estaba. Lo sostuve con fuerza, quería que sintiera que no estaba solo.

Cuando quise darme cuenta, estaba llorando.

-Hey tranquilo- intenté decir en un tono tranquilizador.

Al rato se separó y me miró fijamente con esos preciosos ojos azules que ahora estaban cristalinos de tanto llorar.

-Si necesitas cualquier cosa, sabes dónde encontrarme- le sonreí .

Este un tanto avergonzado y con  pocas intenciones de soltar alguna palabra, me asintió y desapareció de la misma forma que cuando llegó.
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A partir de ese día nuestra "relación" si es que se puede decir así, cambió radicalmente.
Empezamos a hablar casi todos los días, conocí cosas que no sabía de él, aprendí cuáles son sus costumbres, como frunce el ceño cuando algo le molesta, la manera en la que se entusiasma cuando le gusta algo...

Pero.

Siempre estuvo la pregunta de que era.
Evita ese tema a toda costa, no entiendo el porqué no puedo sentir sus fermonas, porque lo oculta.
Así que tuve que aprender que eso estaría presente si seguía hablando y estando con el.

No me molestaba, adoraba estar con el, me sentía feliz, cómodo, era curioso como puedes llegar a adorar tanto a alguien en tan poco tiempo.
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 Me encontraba preparándome para ir a casa de Luzu para ver una peli, cogí todo lo necesario, palomitas, manta...

Hacía ya un tiempo el cual dedicábamos a hacer estas quedadas simples y tranquilas, no gustaban mucho y además íbamos conociéndonos más poco a poco.

Salí de casa y en cinco minutos ya me encontraba en la puerta de Luzu entusiasmado por nuestro plan.

No le llevó más de un minuto abrír la puerta y darme uno de sus famosos cálidos abrazos que desde hacía un tiempo me daba. Era tan reconfortante.
Sentía que poco a poco su confianza hacia mi crecía cada vez más.

--Hola mi niño-- dije mientras me abrazaba.

--Hola Auronsito :)-- dijo un Luzu muy feliz por mi llegada.--¿Entramos?.

Asentí y nos dirigimos al salón. Como siempre le dejé escoger la película ya que me parecía muy lindo la manera en la que se emocionaba.

Nos tumbamos en el sofá y Luzu se abrazó a mi como habitualmente hacia desde que empezamos a tener mas confianza. Estaba muy bien con su compañía. Demasiado bien.

Pero... No todo era color de rosa. Notaba su miedo, su  terror. Desde el incidente en el pueblo notaba su incomodidad e inseguridad. Necesitaba protegerlo, protegerlo de ese hombre que lo atormenta.

No merece eso.

--¿Auron?-- me giro para verlo.--¿Te pasa algo ? Te noto distraído.

--no mi niño, solo estaba pensando en mis cosas--.

--Tus cosas e?-- dijo con un tono divertido y empezó a pegarme con un almohada.

--¿Eso quieres?-- dije desafiante y empezé yo también con la guerra de almohadas.

Era muy feliz con esta nueva vida no quería que acabase. Nunca.

Daría lo que fuera.

Ojalá esto de ser feliz dure aunque sea solo un momento .