♡No Importa Quién Seas♡

6- Predestinado-

                                                                                NARRADOR LUZU

...

Es curioso como he podido empezar a querer tanto a Auron en tan poco tiempo, nunca he congeniado tanto con alguien a esta velocidad.

Me da miedo que esto siga adelante, me da miedo el rechazo, me da miedo que acabe como...

Nuestra relación ha avanzado muchísimo y no quiero que acabe de avanzar, es alguien que se está volviendo importante para mí.

Hoy, he decidido quedar con Vegetta, quiero desahogarme con él, tengo pensado contarle lo que me pasa. Quiero decirle que ya no aguanto ocultarle que soy a Auron, pero que a la vez me da muchísimo miedo el rechazo.

Por una parte creo que a él no le importaría, pero... Por otra...no estoy seguro.
No estaba de muy buen humor pero de todas maneras me encaminé a casa de mi amigo con un gran nerviosismo por la conversación que tenía planeada tener con el ojimorado.
Hacia bastante frío por lo que me apresuré lo más que pude para llegar rápido.
En la entrada toqué a la puerta y un Vegetta bastante feliz salió y me recibió.

--Hey Luzu, has llegado bastante temprano.--dijo curioso.

--Si... Bueno esque necesito hablar contigo --dije intentando no sonar desesperado.
Vegeta asintió y me invitó a pasar con amabilidad.
De repente un estruendo que venía de la cocina me asustó y me pegue un bote hacia atrás.

--¿¡Que has liado ahora tontito?!-- gritó el pelinegro en dirección al ruido.

Un Rubius lleno de harina salió de la cocina riéndose a carcajadas y dijo:

-- Perdón, perdón, intentaba alcanzar unas galletas del armario pero no me ha salido muy bien-- río y miró buscando que Vegeta no lo matase por liarla de esa manera-- hola Lusu--.

Lo saludé y me giré para ver  a Vegetta que parecía aguantarse la risa y que de repente  se puso serio intentando no perder las formas.
-- No te puedo dejar solo ni un minuto --suspira.--anda, ¿Puedes ir al pueblo a por lo que te dije esta mañana, Chiqui? Tengo que hablar con Luzu--dice con un tono calmado pero dulce.

--Si claro, no hay problema, puede que tarde un poco, voy a ver a Fargan de paso-- dice sacudiéndose la harina y poniéndose una sudadera.

--Vale, ten cuidado- dice acercándose y besando al híbrido en la frente.

El peliblanco asiente y sale de la casa con tranquilidad.
 
El ojimorado me hace un gesto con la cabeza para que entre a la sala de estar  a lo que yo obedezco y avanzo.
Después un rato de silencio decidí empezar con la conversación:

--No quiero ocultar más mis feromonas-- hago una pausa y respiro-- no quiero seguir ocultándole a Auron lo que soy--.
Levantó la cabeza para mirar a mi amigo y me sorprende ver cómo ni siquiera se ha inmuntado.
--Lo sé Luzu, ¿Crees que no he visto como lo miras?--pausa-- lleva unos meses aquí y estáis bastante unidos, pero... aún así, ¿estás seguro de esto? La última vez no salió especialmente bien y como se atreva a hacerte algo te juro que está vez no me detengo...--dice algo molesto al recordar lo anterior.

--hey, lo sé pero... siento que debo hacerlo, algo me lo dice, siento una ¿Conexión?...--respiro nervioso-- quería decirte porque eres a quien más tengo confianza del grupo y además tú has estado cuando-...-- se me entrecorta la voz al pensar lo que pasó.

--Si, si lo sé... haz lo que tú creas correcto, solo... Está vez no te lo calles si pasa algo, no estás solo Luzu nos tienes a todos de acuerdo?--dice con una voz comprensiva y amable.

-- Está bien, lo prometo...-- dije haciendo un gesto para que me diera un abrazo a lo que vegeta rio mientras se acercaba.
Nos abrazamos y por un momento pensé en mí pasado.

Más tarde después de estar un rato mas con Vegeta me despedí y comencé mi camino hacia casa, hacia bastante frío.

De repente una voz que conocía bastante me sacó de mis pensamientos.

--Mi niño!!-- un Auron un poco preocupado apareció detrás de mi-- ¿Que haces fuera a esta hora? hace bastante frío, mirate estás helado.-- dice mientras se quita su abrigo para ofrecermelo después.

--Auron, estoy bien, no hace falta...--digo y este niega en rotundo.

-- Nada de eso, póntelo, te acompaño a casa, no quiero que vayas solo vale?-- dice con voz tierna a la cual no puedo negarme y asiento con una sonrisa.

Su compañía es lo mejor que me ha podido pasar.
Miré al cielo y por un momento sentía que estaba en casa, con el estoy en casa.

Aún no.