fuck buddies

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Lo primero que nota al abrir los ojos es que ya el atardecer se asoma en su ventana, ha dormido toda la tarde para ignorar sus pensamientos y los reclamos de su estómago hambriento.

Fija su mirada en el techo, no quiere pensar. Solo respira profundo hasta que la puerta se abre y el culpable de su estado se adentra en su habitación.

Hace un gran esfuerzo para sentarse, todo su cuerpo se siente tan patéticamente débil.

Carlos se sienta en el borde la cama junto a él y le ofrece el sandwich que trae en un plato entre sus manos. Lando niega suavemente.

"No tengo hambre." No puede mirar al mayor a los ojos porque sabe que se encontrará con esa mirada de cachorro perdido que lo hará someterse de inmediato.

"Está bien. Tan solo una mordida, pequeño, por mí."

Solo entonces Lando recuerda que fue Carlos quien estuvo junto a él durante toda su vida, incluyendo en su lucha contra la depresión, que si no fuera por todo lo que el español hizo por él y su familia, tal vez ya no estaría respirando, incluso si lo hace con dificultad.

Entonces suspira y levanta sus manos temblorosas para tomar el sandwich y darle un bocado, masticando lentamente y tragando con dificultad bajo la mirada atenta de su mejor amigo.

"¿Feliz?" Cuestiona en forma de broma y su corazón se encoge porque Carlos parece genuinamente alegre, y la mano ajena acaricia sus aplastados rulos con cariño.

"Mucho. Sabes que estoy muy orgulloso de ti, Lando, ¿lo recuerdas?"

Claro que lo recuerda, se lo repite cada día que Carlos y su madre están orgullosos de él, que él también debería estarlo.

Asiente suavemente y hace su mejor esfuerzo por sonreír de vuelta.

"Tenemos que hablar, Lan."

El menor se convierte en una bola de nervios automáticamente. "No hay nada para hablar."

"Soy consciente de que cometí un error anoche, y no me arrepiento de pasar la noche juntos porque me atraes y mucho. Pero, sí de la manera en que sucedió, sabía que solo te causaría daño y lo siento."

"No me forzaste a nada, no tienes porqué disculparte."

"Tal vez. Pero necesito que me comprendas por un minuto, no puedo dejar de amar a alguien en un par de días, Lan, no puedo darte lo que te mereces, por eso te estoy dando la opción de ignorar lo que pasó."

Lando bufa.

"Sabes que no puedo ignorarlo, esperé diez años para que sucediera. No puedo obligarte a amarme, entonces supongo que podemos mantenerlo casual." Lando siente que está cometiendo un error pero ya el sentimiento es costumbre.

"¿Estás seguro?"

"Sí. Nada volverá a ser como antes, Carlos, no creo que pueda seguir viéndote todos los días y no tocarte, no besarte, y si me permites hacerlo, entonces no puedo quejarme."

El silencio se transforma en calma, Lando permite que los pensamientos desaparezcan por ahora, acepta la cálidez en su pecho cuando Carlos besa su frente.

"Estoy cansado, muy cansado..." Murmura, no solo le pesa su cuerpo sino su alma, siente que colapsará en cualquier momento.

"Lo sé, ¿quieres que durmamos un poco más?" No recuerda la última vez que Carlos lo trató con tanto cariño.

"Hm, ¿puedo terminar eso primero? Muero de hambre." Apunta al plato ahora apoyado en el regazo del mayor.

Carlos le mira con sorpresa y sonriente asiente antes de ofrecerle la comida, genuinamente feliz de verlo alimentarse.

¿Mejores Amigos? - Carlando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora