...
"Wow." Escucha Lando cuando sale del cuarto de empleados y hace presencia tras la barra mientras termina de arreglar su delantal.
Mira con gracia a su compañero que no aleja su mirada de él en ningún momento.
"¿Qué tienes?"
"Te ves muy lindo hoy, me encanta verte sonreír así." Oscar responde directo, sus mejillas coloradas, pero no titubea una sola vez.
"Tonto. Me veo igual que siempre." Lando, que ahora siente su rostro arder y un ataque de risa nerviosa acumularse en su pecho, se mueve por el lugar para evitar la mirada del muchacho.
"Y siempre te ves increíble, Lando, creo que te lo he dejado en claro ya." El menor vuelve a su tarea preparando un café para la siguiente orden.
Lando finge hacer algo en la caja registradora para calmar su sistema nervioso.
Ha trabajado en la cafetería hace ya casi un año y ha sido su trabajo favorito entre muchos, le gusta cocinar y preparar bebidas, se siente como un brujo preparando pociones mágicas.
Oscar, su jefe, ha sido otro punto positivo en el trabajo. La verdad pensó que no funcionaría al enterarse que serían solo ellos dos y que la persona que le daría ordenés sería, de hecho, un par de años más joven que él, pero resultaron siendo muy buen equipo.
Oscar es probablemente la persona más opuesta a Lando que puede existir, y eso es un pro, pues cuando Lando muere de nervios y sobreestimulacion, Oscar maneja la situación con calma y paciencia, si Lando habla por horas, Oscar lo escucha y recordará cada detalle de la conversación, si Lando es la timidez en persona, Oscar no teme ser directo en todo aspecto. Y si Lando es un tonto que lo ha rechazado mil veces, Oscar es lo suficientemente inteligente para esperarlo porque sabe que el mayor vale la pena.
"¿Qué tal las cosas con tu amigo?" Oscar es también el diario de Lando, no puede pasar ocho horas diarias con una persona y no contarle cada detalle de su vida.
"¿Carlos? Um, igual, desearía gritarle a la cara todo lo que siento pero no tengo derecho alguno..."
"¿Y qué es lo que sientes?"
"Impotencia, supongo, saber que está con otras personas luego de pasar tanto tiempo de calidad conmigo, es frustrante."
Oscar se queda en silencio, Lando lo voltea a ver y sabe que algo malo dijo cuando nota que el menor lo está viendo con esa mirada de confusión e ira mezcladas, a punto de darle uno de sus sermones que lo hacen ver como un anciano.
"Cuando me dijiste que te pidió tener una relación casual supuse que habían llegado a un acuerdo de exclusividad." Lando no había pensado en esa opción. "Lando, entiendo que lo ames, pero ese idiota no tiene derecho alguno a tratarte de esa manera..."
"No creo que lo haga a propósito, acaba de salir de una relación, claro que quiere un poco de libertad..." Intenta justificar el británico.
"Si quería libertad no debió proponerte nada en primer lugar. Si sabe que tú lo amas y aún así te hace sufrir de esta manera, tan solo es cruel y egoísta. No mereces eso, Lando."
"Lo sé." Murmura por lo bajo.
"Exacto, si ese idiota no pone los pies en la tierra, debes salir de ahí. Y lo digo como amigo."
"¿Amigo? Oscar, morirías de felicidad si me alejara de Carlos, no mientas." Lando bromea.
"No lo niego, me haría muy feliz. Pero antes de ser la persona que me gusta, eres mi amigo, Lando. Y sin importar si tengo oportunidad o no contigo, siempre desearé que seas feliz y tengas a alguien que te valore como te lo mereces."
Lando asiente suavemente y finalmente le sonríe al menor con gratitud, observa a Oscar volver a su trabajo. Tal vez su jefe tiene razón.
"Te dejé té y un snack en la cocina, ve, yo puedo arreglarmelas aquí." Oscar le informa concentrado en lo suyo y Lando no puede negar la calidez que crece en su pecho.
"¿Seguro?"
"Hm, ve, sé que solo has tomado café hoy."
"Gracias, jefe, por la comida y el consejo."
Lando sabe lo que hace cuando antes de salir de allí, se acerca a Oscar y besa suavemente la mejilla de este que se torna colorada bajo sus labios, luego huyendo de allí con prisa.
Oscar observa atontado el vaso en su mano, cosquillas repartiéndose por toda su mejilla y una sonrisa creciendo rebelde en sus labios. Finalmente, una voz dulce le saca de su ensoñación.
"Se ven tan bien juntos, niños, espero que su relación continúe siendo así de hermosa por un largo tiempo." La mujer de cabellos plateados y cariñosa sonrisa, es la dueña de la orden que Oscar se encuentra preparando.
El menor suelta una risita nerviosa y niega de inmediato. "No somos pareja, Sra Cristina, pero muchas gracias. Aquí está su orden."
El joven deja la bebida sobre el mostrador pero su mirada nunca deja los ojos color chocolate de la mujer, que asiente con calma en lugar de avergonzarse por su error.
"Oh, bueno, Oscar. El futuro es incierto pero si algo sé es que eres un buen muchacho y mereces alguien que te corresponda con todo su corazón, no te conformes con poco cuando puedes tenerlo todo." La mujer habla mientras busca en su cartera con sus delgados dedos cubiertos con anillos plateados.
Tal vez ella no sea consciente del desorden que ha causado en la mente del joven, tal vez sí, pero inevitablemente una sensación de calidez se posa en el pecho de Oscar.
"No se preocupe, Sra Cristina, este va por cuenta de la casa, muchas gracias por el consejo."
La mujer le sonríe de nuevo con esa elegancia tan propia de ella y toma su café dándole un sorbo antes de darse la vuelta.
"Muchas gracias, Oscar, ten un bonito día..."
La puerta se cierra tras la mujer y Oscar se queda con su mirada fija en el cristal, los pensamientos enloqueciendo su tonto corazón.
Tantas noches deseando que Lando corresponda sus sentimientos, tantas veces se ha convencido de que puede llenar ese vacío en un corazón ajeno y entonces, ¿qué pasa si el mayor solo lo usa como un tonto remplazo tras la pérdida de su verdadero amor?
Pero entonces, de nuevo, ¿es Carlos Sainz amor verdadero o tan sólo un simple capricho nunca concedido?
...
Tiempo sin vernos, bellezas 👀
¿Cómo están?
¿Qué les parece el rumbo que está tomando esta historia?
Saben que sus quejas, comentarios y sugerencias son siempre bienvenidas por aquí.
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¿Mejores Amigos? - Carlando.
Fanfic¿Cuánto debes amar a alguien para permitirle hacerte daño hasta que no quede nada de ti? Lando no lo sabe, pero Carlos está dispuesto a enseñarle.