La hermana de Inosuke [El Tren Mugen]

El destino de un cazador

Abrí mis ojos lentamente, ¿acaso me había desmayado? ¿Estaban todos bien?
Traté de levantarme pero algo me estorbaba.
Miré debajo mío y ahí estaba Zenitsu, las últimas imágenes que recordaba antes de perder la conciencia habían llegado a mi mente.

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Peleaba al lado de Nezuko y Zenitsu todo estaba bajo control, estaba apunto de ir a apoyar a Tanjiro y a mi hermano pero justo un gran estruendo llenó todo el lugar, seguido de un fuerte temblor haciendo que el tren se fuera de lado.

Prioricé a los pasajeros y justo antes de que mi cuerpo se estrellara contra la ventana de cristal, Zenitsu quien ya cargaba con Nezuko me tomó en brazos y me salvó de salir disparada por la ventana.
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El había recibido la mayor parte del daño protegiendonos a Nezuko y a mí, un extraño impulso me llevó a dirigir mi mano hacia su calmado rostro. Empezaba a amanecer los rayos de luz chocaban con su cabellera dorada emitiendo unos destellos únicos hacia mis ojos.

Los ojos de Zenitsu empezaron a abrirse, en ese momento los ojos de ambos chocaron. Mis mejillas se sentían demasiado calientes.

Zenitsu:__-__-chan t-tú

Caí en cuenta que estaba tocando su mejilla mientras lo observaba fijamente, cuál predador ve a su presa antes de engullirla.

Golpeé su mejilla rápidamente tratando de disimular mi acción.

___: Z-zenitsu! ¡Rápido ayudame a resguardar a Nezuko del sol!-grité alejándome de él rápidamente y tomando a Nezuko en brazos.

Zenitsu: ¡Claro!

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Cuando llegamos junto a los demás Tanjiro nos contó lo sucedido.

Zenitsu: Cuando el tren se descarriló, el señor Rengoku usó muchas de sus técnicas, así ninguno de los vagones recibió daño y se evitaron muchas muertes...

Tanjiro: sí...eso creo

____: ¿Cómo es posible que alguien así de fuerte y genial esté muerto?-mi voz temblaba al salir de mi boca y mis ojos ardían.

Zenitsu: ¿De verdad peleó contra una de las lunas?

Tanjiro: sí...

Zenitsu: ¿Por qué apareció uno de esos demonios? Son muy fuertes! Tanto como para...

Tanjiro: sí...Detesto esto... Aún cuando creo que pude ayudarlo, se interpone un gran muro frente a mí. Aún cuando veo personas increíbles luchando constantemente... ¡No pude hacer nada al respecto!

Las palabras de Tanjiro hacían que mis ojos y mi pecho ardiera demasiado, sin pensarlo ya me encontraba derramando lágrimas al igual que él.

Tanjiro: solo soy un mocoso que sigue fallando una y otra vez. Y yo solo quiero saber si algún día podré ser alguien como el señor Rengoku.

Los sollozos de nosotros era lo único que se escuchaba en el lugar.

Inosuke: ¡Ya dejen de llorar como bebés! ¡No te preguntes si puedes ser como él! ¡No soporto escuchar esas estupideces!
¡El dijo que confiaba en nosotros! ¡¿Qué otra maldita respuesta es la que quieres escuchar?! Todos los animales regresan a la tierra después de morir.

Las lágrimas de mi hermano empezaron a brotar a través de su máscara, sabía que él se sentía de la misma manera que Tanjiro pero trataba de ocultarlo.

Inosuke: Y no importa que tanto llores, ¡Ellos jamás van a volver! ¡Así que dejen de llorar aunque les duela! No importa si somos débiles o demasiado patéticos. ¡Debemos seguir adelante!

____: ¡Pero tú también estás llorando tonto!

Zenitsu: Podemos ver tus lágrimas perfectamente saliendo de esa máscara.

Inosuke: ¡Yo no estoy llorando idiota!-le dió un buen cabezazo a Zenitsu que provocó que cayera.

Seguido de eso Inosuke comenzó a llorar más fuerte que todos.

Inosuke: ¡Ven acá, vamos a entrenar!-me tomó de los hombros mientras me arrastraba por ahí.

Mi hermano siguió llorando pero está vez fue a golpear a Tanjiro como si se tratara de una rabieta de un niño pequeño.

Ahora todos nos encontrabamos llorando desconsoladamente.

Aunque no había conocido bien al señor Rengoku, al observar su gran fuerza y carisma sabía que era una muy buena persona, me dolía en mi interior saber que incluso alguien así de fuerte no pudo vencer a un demonio. ¿Qué me hacía pensar que yo podría tan siquiera enfrentar a cuanto demonio se me cruzara? ¡No debí bajar la guardia a la ligera! ¡No debí desmayarme tanto tiempo! ¿Y si mi hermano hubiera muerto? Ni siquiera sé si yo hubiera podido ser útil en la batalla.
Ahora tenía claro que él destino de un cazador siempre sería morir a manos de un ser de oscuridad.
¿Ese también sería mi destino?

Si ese es mi destino, estoy dispuesta a tomarlo, si es necesario moriré, pero juro que nadie más morirá a manos de un demonio en mi presencia...

¡Con este capítulo se finaliza el arco del tren Mugen!

Estoy trabajando en la parte que corresponde al arco del distrito rojo.

Recuerden que esa parte será publicada en otro libro, pueden buscarlo en mi perfil a partir del 25 de mayo de este año ^^
Gracias por su preferencia y paciencia!