Secuela de Ghost Of You, leer ese One Shot primero para un mejor contexto ♥
Durante los últimos meses, la vida ha sido dura con Han Sarang. Desde arrebatarle a quien consideraba su alma gemela, hasta sentir las miradas de desprecio y lástima sobre s...
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La luna luce hermosa hoy.
Siempre lo ha sido.
No puede ser.
Ni siquiera me estaba declarando, y tú te atreves a rechazarme.
Lástimas mi corazón, Han Sarang.
Y mi orgullo.
Releí sus mensajes varias veces sin lograr entender a qué intentaba referirse, segundos después, decidí preguntarle directamente en lugar de hacerlo malgastar sus quince minutos de comunicación.
No te he rechazado.
¿Eso significa que tengo una oportunidad?
No, significa que no comprendí por qué dices que lo hice.
Ni siquiera nos conocemos en persona, Min Yoongi.
Solo bromeaba, pensé que tú también lo hacías.
Y me sorprende que no comprendas.
Deberías aprovechar tu tiempo para utilizar el internet más seguido, uno aprende muchas cosas sin siquiera buscarlo.
No me digas que tu fuente principal es tiktok.
Twitter*.
Ahora se llama X.
Y yo que pensaba que eras una inadaptada de redes sociales.
Bueno, en Japón, cuando una persona es muy tímida, utiliza la expresión ''la luna luce hermosa hoy'' para declarársele a la persona que le gusta.
Si acepta, responderá: ''puedo morir en paz''.
En cambio, para rechazar, dirá: ''siempre lo fue''.
Tú respondiste ''siempre lo ha sido'', que es técnicamente lo mismo. Entonces me causó gracia y quise molestarte con eso.
Entiendo, jaja.
Sentí mi rostro acalorarse poco a poco, sintiéndose realmente tonta al pensar que estaba confesando sus sentimientos. En mi defensa, ¡ese chico era un tanto impredecible!
Envuelta en mis pensamientos, recibí otro mensaje.
Pero no te preocupes, yo dije eso porque la luna realmente luce hermosa hoy. Ella ha sido mi fiel compañera desde que entré a la base.
No tenía idea de que significase eso, gracias por explicar.
Dudé unos segundos en seguir escribiendo, pensando en si debía mentir o decir la verdad. Me dejé llevar por la segunda opción, guiándome por las emociones que me había obligado a retener durante el día.
Yo respondí eso porque mi ex novio siempre me recordó a la luna, solía llamarle de esa manera.
Dios mío, Sarang, primero me rechazas y luego me hablas de tu ex, ¿qué harás ahora?, ¿presentármelo?
Lo haría, pero no sé cómo.
A él pertenecía tu número anteriormente, ¿recuerdas nuestra primera conversación?
Bueno, él es la persona fallecida.
Visto.
Yoongi se ha desconectado.
Ni siquiera sabía por qué me esforzaba tanto en darle explicaciones, al fin de cuentas, solo se trataba de un desconocido que conocí por pura casualidad. A él no le importaba mi vida y a mí no me importaba la suya, somos éramos dos corazones solitarios que no sabían dónde más refugiarse.
Me encontré a punto de levantarme de la cama para cepillar mis dientes, prender la televisión y buscar una serie, sacar un tapete y ponerme a meditar, o hacer cualquier cosa que mantuviera mi mente alejada de sus recuerdos.
Habían trascurrido apenas unas pocas horas desde que volví de la casa de la madre de Jin, mi cuerpo gritaba que necesitaba descansar, pero mi mente me impedía hacerlo.
Cuatro de diciembre, once quince de la noche, quisiera que estuvieras aquí a mi lado.
Justo cuando me puse sobre mis pies, recibí una llamada de Min Yoongi. Dudando entre contestar o no, algo en mi interior me impulsó a hacerlo.
— Mierda. — Susurró.
Sin poder contenerlo, reí.
— ¿Ya contestaste? — Preguntó al escucharme. — Lo lamento, no quise dejarte en visto tras recibir tal mensaje, pero justo mi tiempo había terminado y el comandante nos ordenó apagar nuestros dispositivos, tuve que correr al baño excusando que olvidé algo, luego veré cómo justifico el haber traído el teléfono conmigo.
— ¿No te parece que ya habías estado en esta situación? — Sonreí, recordando la primera llamada que tuvimos. — Algo así como un déjà vu.
— Solo me hace recordar lo imprudente que puedo ser algunas veces. — Sentenció. — Sarang, lo lamento...
— Basta. — Dije yo esta vez. — No más disculpas. Tú no lo sabías y yo simplemente quise decirlo, lo mismo que ocurrió con tu falsa confesión, ¿no? — Me atreví a comparar. — Solo que nos referíamos a lunas distintas.
— Debiste amarlo demasiado... — Susurró después de unos segundos. — Una pérdida de ese tipo es irremediable.
— Hoy es su cumpleaños. — Respondí en su lugar. — He intentado no pensar mucho en ello, pero...
— No es necesario que lo olvides.
— Necesito hacerlo para poder superarlo.
— Supéralo, pero no lo olvides. — Tragué duro al procesar sus palabras. — Te dije que si en algún momento necesitabas desahogarte y no sabías dónde ir, estaría aquí para ti.
— Pero tu tiempo de comunicación ha terminado. — Recordé. — Serás castigado si te descubre.
— Eso no importa. — Afirmó. — haré lo posible para escucharte.
Cuatro de diciembre, por primera vez en mucho tiempo, fui capaz de contarle nuestra historia a alguien.
