Falling in Life -Jensoo

Quiero vivir

No sabía qué hacer, Irene no lo tomó bien, no entiendo por qué reacciona así, ambas sabíamos que esto pasaría de cualquier forma.

—No sabes lo que dices. La vida de los humanos es completamente diferente a la nuestra.

—Lo sé, pero puede ser mejor... —Por supuesto que tenía miedo, pero a pesar de ello había algo que me seguía orillando a lanzarme a ese vacío.

—No puedes saber eso. Estás a punto de tirarlo todo a la borda solo por una fantasía, un sueño. Jennie ni siquiera te conoce. —Me extrañó un poco ver esta cara de Irene, toda la calma y paciencia que siempre la caracterizaba había desaparecido completamente.

—Eso no es verdad, puedo sentir algo cada vez que estoy con ella y... —Sonaba un poco estúpido, pero era lo único con lo que contaba.

—No hay forma de que eso sea amor. No puedes amar a una persona con la que ni siquiera puedes hablar, de la que no puedes obtener nada a cambio.

—¡Yo no quiero nada! —Era verdad, sabía que existía el riesgo de que Jennie ni siquiera se interesara en mí, pero me conformaba con la idea de vivir y hablar con ella al menos una vez.

—Por supuesto que lo haces. El amor es así, es egoísta, siempre pide algo a cambio. No es lo que tú piensas, dudo mucho que incluso los humanos comprendan el sentimiento totalmente.

—Lo hacen. —Dije fuerte, cansada de escuchar lo mismo de siempre. —Puedo verlo, puedo incluso sentirlo...

Respiré profundo, lista para decir en voz alta aquello que me ha atormentado desde hace días.

—Por eso sé que... lo que siento por Jennie es...

—¡Imposible! —Eso hizo que me detuviera y que algo dentro de mí se rompiera un poco porque sabía que Irene podía tener razón. —Y es mejor que lo entiendas ahora, Jisoo.

Irene continuó diciendo muchas cosas más, pero ya no pude entender ninguna de ellas, solo veía sus labios moverse, sus ojos que ahora me miraban con un poco de lástima y que me parecían tan lejanos.

—Olvídate de este asunto. —Irene se dió la vuelta, lista para marcharse, pero yo aún no había terminado.

—¿Por qué haces esto? —Irene detuvo sus pasos, pero no hizo nada más. —¿Por qué tiene que ser así?

Realmente lo intenté, pero no pude detener ese par de lágrimas que rodaron por mis mejillas, así que ni siquiera me moleste en limpiarlas.

—Puede que tengas razón, Jennie ni siquiera me conoce y yo... Realmente no estoy viva, tampoco estoy muerta en realidad... Solo tenía una misión, una misión que ni siquiera puedo hacer bien. —susurré con pesar, pensando que Jennie no merecía que alguien como yo la cuidara.

Tenía mucho miedo de lo que pudiese pasar, tengo miedo porque no comprendo todo lo que siento, porque me estoy arriesgando por alguien que jamás ha visto mi rostro. Temo por la vida que hay en la tierra, por los humanos, por Jennie, por mi misma.

—Todos parecen vivir sus propias vidas y yo solo soy alguien sin importancia. El mundo es demasiado grande y yo soy tan pequeña... A veces no puedo evitar sentir que no soy nadie en absoluto...

Irene estuvo a punto de interrumpirme, pero la detuve. Necesitaba decir esto, necesitaba navegar en mis adentros para esclarecer un poco todo lo que sentía.

—Pero entonces... estoy con Jennie y... a pesar de que ella no puede verme, a pesar de que ni siquiera me conoce... Puedo sentir que realmente soy alguien, que soy importante, eso me llena de mucha valentía y me hace querer enfrentar todo. Sin importar como resulte, porque esto no solo es sobre Jennie, también se trata de mí. De lo mucho que deseo vivir.