El origen de Los Animatrónicos - Parte 6

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-Terminemoslo que empezó -

Freddy iba a salir y terminar lo que empezó, pero apenas saco la cabeza noto que el lugar estaba lleno y que en definitiva no pasaría inadvertido, recordó las palabras de su madre, no llames la atención y piensa antes de actuar después de pensar un poco paso a los vestidos y se puso su viejo uniforme de mesero y tomo una bandeja llena de comida, miro a su alrededor y de forma premeditada choco contra otro mesero derramando lo que habías ambas bandejas sobre unos clientes

Mesero – ¿pero qué carajos? ¿Freddy?

Cliente – ¡¿Que mierda significa esto?!

Mesero- perdónenos, señores, no fue nuestra intención

En lo que la pelea se disputaba Freddy aprovecho para meterle el pie a otro mesero haciendo el mismo efecto de ensuciar a otro cliente desatando inevitablemente una pelea, con el caos al rededor Freddy salió del cabaret directo al inmueble y con ayuda de la llave de Golden entro al edificio

Freddy – uff eso estuvo feo

Freddy escucho un golpe seco al fondo del pasillo, Freddy saco a Victoria y el cargo listo para lo que sea pero el golpe de la puerta del armario lo asusto, con arma en mano abrió el armario haciendo que Dana, totalmente amordazada, callera al piso

Freddy – ¡Dana!

Freddy le quito la mordaza y le ayudo a desatarla

Dana – Frederick, el Sr. Golden corre peligro, Dalas va a matarlo

Freddy – lo sé ¿dónde está?

Dana – fue a la oficina del Sr. Golden, corra rápido antes de que sea tarde

Freddy – ve llamando a la policía, yo me encargo del resto

En la oficina del jefe el sr. Golden tenía frente a su cara un arma de fuego, pero aun con eso el mantenía su semblante serio que solo ocultaba su miedo

Dalas – lamento que esto acabe así señor, pero esto es un negocio

Sr. Golden – que bajo caíste Dalas, culpar a un niño de 19 años para tapar tu crimen, que cobarde

Dalas – ¡cállate anciano! ahora dame todo lo que tengas o te mato

Sr. Golden – aunque te lo de todo, sé que igual me mataras, así que no, no diré nada y te tocara a ti averiguar esas cosas por tu cuenta

Dalas – deja de hacerte el valiente anciano, entrégame todo ¡ahora!

Sr. Golden - Dios o Lucifer, quien sea que lo haga, recíbame con gracia en mi pronto descanso

Dalas ya molesto recargo su arma y con la frente en alto el Sr. Golden cerró los ojos para listo para partir con dignidad, el sonido de un disparo resonó en la habitación seguido de un ruido de golpe seco, pero lo único que sintió el Sr. Golden fueron unas gotas de humedad, confundido él se limpió la cara y miro lo que tenía en la mano, era sangre, pero no suya, agacho más la mirada y vio el cuerpo inerte de Dalas con un disparo a quema ropa en la espalda manchando su escritorio de color carmín

Sr. Golden – ¿qué mierda?

Freddy – dije que me las pagaría

Sr. Golden – ¿Frederick?

Freddy – buena noche Sr. Golden –guarda su arma- ¿cómo está?

Sr. Golden – ...

Freddy – bueno, ya terminé aquí, así que me retiro, con permiso

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