-Bajo el Kimono-

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Un año atrás en Japón se estaban reclutando a las nuevas mujeres que trabajarían como prostitutas para los yakuzas, todas ellas estaban más que encantadas en trabajar en eso todas menos una, la más joven de ahí, esa mujer de cabello azul y ojos verdes quien veía con desagrado como sus compañeras se arreglaban para hacer su trabajo

Usagi – todas ustedes son patéticas

Chica1 – mira quien habla

Usagi – yo no me voy a rebajar a ser una prostituta como ustedes

Chica 2 – ¿a no? ¿Entonces que harás?

Usagi – seré parte de los Yakuzas

Todas comenzaron a reí de ella

Chica 1 – ¿tu una yakuza? no seas ridícula

Usagi – ¿porque piensan que no puedo?

Chica 2 – porque eres mujer y las mujeres no podemos hacer eso y arréglate que pronto vendrán los clientes

Usagi – que ustedes tengan bajas expectativas no significa que yo los tenga y estoy totalmente convencida de que me convertiré en una yakuza

Sr. Fūsen – no seas ridícula

Un hombre mayor con un semblante serio llego; todas las chicas le reverenciaron menos ella, ella mantenía un semblante serio y lo miraba fijamente

Usagi – no soy ridícula señor, le aseguro que puedo ganar más extorsionando que trabajando como prostituta

Sr. Fūsen – escucha lo que te voy a decir, eres una mujer y las mujeres solo sirven para eso, que no se te olvide y ya cámbiate que están por llegar los clientes

El jefe se retiró y ella a regaña dientes se arregló cuando fue con su cliente y este estaba por tocarla el sintió algo que rosaba en su cuello, era una daga que Usagi tenia guardado en su kimono

Usagi – *Susurro* no grites o te mato

El hombre asustado se apartó de ella

Usagi – así está la cosa, tú no me tocaras, pero igual me pagaras más otros 3000000 de yenes

Hombre – ¿e-estás loca?

Usagi – (acerca el cuchillo a su garganta) no y cuidado con no hacerlo, si no me haces caso te cortare ese mugriento pene tuyo y se lo mandare a tu esposa ¿o solo para hacer esto más rápido te mato y ya? tú decides

Al cabo de 4 meses Usagi era quien más dinero ganaba entre todas, su jefe estaba muy complacido si saber que a ella nadie la había tocado, hasta que finalmente el teatro se le cayó a Usagi, un cliente la delato, su jefe la mando a llamar y su regaño fue enorme

Sr. Fūsen – ¿Así que te decidiste jugar a la yakuza no?

Usagi – pero señor...

Sr. Fūsen – (le da una bofetada) ¡NADIE TE DIO PERMISO PARA HABLAR PERRA! ¿En qué pensabas?

Usagi – le demostré que puedo ganar más extorsionando que acostándome con esos tipos

Sr. Fūsen – tú no tienes que demostrar nada, eres una mujer

Usagi – una mujer que gano el doble sin necesidad de vender su cuerpo

Sr. Fūsen – ¡cállate! no te mato solo porque eres hermosa y sin estrenar. Venderé tu virginidad al mejor postor, luego se eso, trabajaras como las demás, como debió haber sido desde el principio y cuidado con repetir esto... lárgate

Usagi se retira de la oficina indignada y a la vez preocupada

Usagi *POV* ¿ahora qué voy hacer? no me quiero acostar con nadie, pero tampoco quiero que me maten, dios, estoy entre la espada y la pared

FHS MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora