Capítulo 4

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Natasha vio películas con Sharon, su hermana menor, hasta que ésta se quedó dormida, lo cual sucedió muy tarde para desgracia de Natasha, quien deseaba con urgencia hablar con la chica de la ventana.

Luego de llevar a Sharon a su cama Natasha volvió a su habitación, esperando que la misteriosa chica que vivía frente a su casa estuviera aun despierta.

Para su mala suerte la chica de la ventana ya estaba dormida.

Natasha gruñó. Estaba frustrada. Quería conocer su nombre, pero cada vez que lo intentaba alguien las interrumpía. Primero la madre de la chica de la ventana, luego Sharon...

"¿Ahora qué? ¿Un cerdo volador en tanga?"

Entonces sonrió al ver que había un papel pegado torpemente en aquella ventana vecina, esa donde aquella chica apoyaba su mano derecha y la miraba con esos ojos que Natasha nunca lograba ver más de un par de milisegundos.

"Buenas noches, chica de la ventana"

Natasha jamás había sonreído como lo hizo aquella vez.

Como siempre, las cosas buenas en la vida de Natasha venían acompañadas de algo mucho peor.

Se levantó temprano y se alistó para ir a la escuela. Intentó hablar con la chica de la ventana antes de irse, pero ésta estaba recostada sobre su cama, dormida, lo cual era raro pues al despertar Natasha habría jurado que la chica de la ventana ya no estaba en su cama... Además, habían quitado el papel de su ventana.

Frustrada por no poder hablar con la misteriosa chica de ojos escurridizos, Natasha tomó una hoja, escribió en ella "Buen día, chica de la ventana", la colocó sobre el vidrio y se fue.

Al llegar Yelena y Kate la recibieron como siempre.

Yelena: ¿Cómo estás, Nat? -Preguntó mientras sacaba algunos libros de su casillero.

Natasha: Bastante bien, en realidad -Contestó sonriendo.

Natasha no podía recordar lo sucedido con Tony y Steve el día anterior. Lo único que ocupaba su mente era la chica de la ventana.

Kate: Nat, estás... extraña. Jamás te había visto sonreír tanto. ¡Ni siquiera cuándo Yelena te regaló una pizza tamaño extrafamiliar por tu cumpleaños!

Natasha: ¡ESTOY FELIZ KATE! ¡ESTOY FELIZ!

Yelena: ¡Fiesta en casa de Nat! -Dijo no muy alto, burlándose de la felicidad de su amiga.

Kate: ¡Yo llevo las bebidas!

Natasha: ¡KATE!

Kate: Vale, entonces llevo al Stripper... Será guapo, lo prometo -Respondió entornando los ojos.

Natasha: ¡KATE!

Kate: ¡Oh! Había olvidado que a ti no te gustan los chicos... tenemos que solucionar esto, Nat.

Yelena: Yo era Stripper en una de mis vidas pasadas, Nat -Sonrió tentadoramente a Natasha, y luego la abrazo y le beso la mejilla— Tu dime lo que quieras y yo lo haré, bebe -Y seductoramente le guiño el ojo.

Natasha se sonrojo de inmediato y se cubrió la cara con ambas manos, riendo. Yelena siempre hacían bromas como aquella, y Natasha siempre se sonrojaba.
Sonrojarse formaba parte de la vida diaria de Natasha Romanoff.

Natasha: Ustedes son insoportables...

Kate: Yo soy insoportable. Yelena es una caliente Stripper (The Stripper) frustrada que va a bailar sobre una mesa esta noche... en tu casa.

Natasha: ¿Saben qué? Púdranse -Dijo mientras les mostraba su dedo medio y luego se iba a su primera clase del día.

La mañana pasó rápido. Steve Rogers y Tony parecían haber sido tragados por la tierra, lo cual hacía que Natasha se sintiera mejor que nunca. Sus clases transcurrieron normales. Durante el almuerzo, las chicas se sentaron en la mesa más alejada de la cafetería y comenzaron a hablar como lo hacían todos los días.

La chica de la ventana (WandaNat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora