La chica de la ventana (WandaNat)

Capítulo 33

El funeral de Clint fue un par de días después de su muerte. Wanda sujeto la mano de su novia, quien había prácticamente corrido a la salida de la escuela para estar allí a tiempo, fuertemente durante toda la ceremonia.

Yelena y Kate no fueron, no porque no considerasen a Clint un amigo, sino porque Yelena tenía que cuidar a sus múltiples hermanos y Kate tenía que visitar a un familiar enfermo en el hospital. Aun así, enviaron todas sus condolencias a Laura y un par de ramos de rosas.

Asistió a la ceremonia un montón de gente que se consideraba amiga de Clint pero la cual no le había visto en bastante tiempo. Todos intentaban darle consuelo a los padres de Clint con palabras vacías y copiadas de viejos libros, que sabía Wanda no iban a funcionar. Laura, sin embargo, no era consolada por nadie. Ella parecía alejarlos en cuánto se acercaban. Tal vez era lo mejor en aquellos momentos.

Cuándo todo término Wanda vio a su amiga acercarse a Natasha y ella, sus ojos cristalizados y sus mejillas humedecidas. No era el mejor de sus días, y Wanda tampoco había esperado que lo fuese.

Era extraño observar como la hermosa y sonriente novia que había visto un par de días atrás se había convertido en un ser tan triste y desolado, sobre todo para Wanda.

Laura: ¿Puedes quedarte conmigo hoy en mi departamento, Maximoff? No creo poder soportar otra noche durmiendo sola -Suplico con voz quebrada, una lágrima descendiendo por uno de sus ojos.

La chica de ojos avellana no lo pensó más de dos segundos.

Wanda: Está bien... Yo solo le preguntare a mi mama -Contesto-. ¿Puedes quedarte con Laura mientras la llamo, Tasha? -Pidió mirando a su novia, que también parecía conmovida.

La chica de ojos cafés asintió lentamente. Wanda la abrazo fuertemente y deposito un tierno beso en sus labios antes de irse.

Tal vez no era el momento adecuado para sonreír, pero si algo había aprendido de la muerte de Clint era que la vida era muy corta, así que lo hizo de todas formas.

-0-

Su madre lo permitió, pero aun así debía ir a su casa para buscar sus múltiples medicinas y algo de ropa para dormir, pues la de Laura era demasiado pequeña para ella.

Cuándo regreso a donde estaban su mejor amiga y su novia sintió un profundo dolor en su corazón trasplantado y rechazado.

Laura estaba abrazando a Natasha, llorando sobre su hombro, como si en cualquier momento fuese a derrumbarse.

-0-

Tras despedirse de su novia con un largo y pasional beso, ir a casa, guardar las miles de medicinas que necesitaría para evitar el rechazo de sus múltiples órganos y sus dosis requeridas de insulina, empacar ropa en una vieja mochila, llevar algunos crucigramas y despedirse de sus padres y hermanos, se dirigió al pequeño departamento de su pequeña mejor amiga sintiéndose nerviosa por el hecho de estar rompiendo completamente su rutina.

En cuánto entro no pudo evitar sentirse atrapada y ligeramente ahogada. El lugar era realmente estrecho, y el saber que debería dormir en aquel pequeño sofá en medio de aquella aún más pequeña sala no la reconfortaba. Habría corrido tanto como sus pies lo permitieran si no hubiese sabido que su mejor amiga la necesitaba.

Se colocó un short de pijama con unicornios multicolores estampados, una camiseta de Bob Esponja y calcetines hasta las rodillas rotas y agujereadas, las tres temáticas no
encajando. Laura solo se había colocado su ropa interior rosa, Wanda no discutiendo sobre esto.

Laura siempre dormía de esta forma, y aunque a La chica de ojos avellana no le gustara tenía que soportarlo. Aquel era su departamento.

Wanda: ¿Te molesta si hago algunos crucigramas? No estoy acostumbrada a no dormir en mi cama y los crucigramas mantienen mi cerebro ocupado.