One shots (tyzula)

"Notita"

Al parecer hoy iban a tener un periodo de trabajo independiente en inglés.

La clase empezó a murmurar en voz baja entre ellos; La Sra. Kyoshi lo llamó un período independiente, pero normalmente dejaba que su clase se saliera con la suya con una pequeña charla. A pesar de lo mucho que Ty Lee quería desesperadamente evitar su trabajo, hoy estuvo animada después de la escuela hasta tarde y probablemente debería hacer todo lo que pudiera ahora. Estaba a punto de empezar a decir tonterías sobre las imágenes del Scarlet Ibis cuando Suki se inclinó y susurró: "¿Por qué no lo haces ahora para poder terminar con esto hoy?"

Ty Lee miró a su alrededor para asegurarse de que nadie estuviera escuchando: “No sé si puedo hacerlo. Quiero decir, hablar de hacerlo es muy fácil, pero una vez que esté fuera de mis manos, todo dependerá de ella”.

Suki le dedicó una sonrisa amable. “Sabes, creo que te estás preocupando demasiado por esto. No es que Azula no sea tan tonta como tú, incluso si finge que no lo es.

Ty Lee la hizo callar a pesar de que Suki ya estaba susurrando: “¡No digas su nombre! Juro que ella lo sabe cuando hablamos de ella”. Efectivamente, cuando Ty Lee se giró para mirar a Azula al otro lado de la habitación, vio unos ojos dorados que ya estaban fijos en ella. Ella se sonrojó y se volvió hacia Suki, "¡Mira!"

Suki la miró con incredulidad, "Ella no sabe cuando estamos hablando de ella, simplemente te mira tanto que siempre la captas, y ciertamente no hay manera de que nos escuche desde allí".

Ty Lee sabía que Suki tenía razón: Azula y Mai habían logrado que las trasladaran a la habitación completamente opuesta a la de ella y Suki después de que todas entraron en un acalorado debate sobre el subtexto gay de Una paz separada, pero la idea de compartir sus sentimientos con Azula la hicieron estresar y paranoica. No por Azula, no, ella no había sido más que una amiga dulce y cariñosa desde que Ty Lee podía recordar; era demasiado protectora a veces: sí, pero eso hacía que el corazón de Ty Lee se acelerara: también sí. Fue porque no había vuelta atrás si ella hacía esto. Lo pondría por escrito, nada menos que una carta de amor, y Azula podría responder de tantas maneras diferentes que a Ty Lee le dio vueltas la cabeza.

Podría colgarlo en su pared, enmarcarlo encima de la chimenea de su casa compartida cuando se casaran, o Azula podría quemarlo y fingir que nunca sucedió. Suki la había llamado dramática por compartir el último pensamiento con ella, pero los miedos irracionales seguían siendo miedos.

Sin embargo, Suki tenía razón, tal vez escribir la carta la ayudaría a sentirse mejor, Doodle y su corona de espinas tendrían que esperar. Probablemente incluso podría reunir el coraje para meterlo en el casillero de Azula antes de la práctica de porristas, de esa manera estaría demasiado agotada para perder el sueño por la reacción de Azula.

En realidad, escribir la carta fue más fácil de lo que esperaba, expresar sus sentimientos fue simple cuando tenía tantos. Después de todo, esta era la chica a la que le enseñó a hacer el pino en su patio trasero, su salvadora de los chicos borrachos en las fiestas, la que se mostraba dura pero lloraba tanto como Ty Lee cuando veían The Notebook, la que que nunca se perdía un partido de fútbol para ver a Ty Lee animar porque sabía que sus padres estaban ocupados con otras seis hermanas a pesar de que ella odiaba el frío y el fútbol.

Había cubierto prácticamente todo, además de invitar a salir a Azula, cuando una mano entró en su campo de visión y agarró el papel.

La Sra. Kyoshi se quedó allí expectante, "Sé que normalmente permito charlas tranquilas con personas cercanas a ti, pero pasar notas va en contra de las reglas, ya lo sabes, Ty Lee".

Su corazón latía con fuerza en su pecho, “Sra. Kyoshi, no entiendes que no es una nota”. Tenía que hacerle entender a la señora Kyoshi y rápido, sabía cuál era el castigo por pasar notas e iba a ser humillante.