¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Lalisa Manoban.
La nombrada volteó al escuchar su nombre, viendo a Rosé y a dos guardias más.
—¿Necesitan algo?
—La princesa Kim pidió que almorzara con ella a las 2:00 pm en el jardín —informó la alfa—. Le decimos con anticipación por si desea arreglarse.
La omega se quedó impactada, su amiga Shuhua, quien también estaba ahí, se encontraba igual o peor.
—Oh, está bien.
—Por favor, no llegué tarde.
La alfa hizo una reverencia y se fue de allí.
—¡LA PRINCESA KIM TE INVITÓ A ALMORZAR! —gritó Shuhua, yendo a donde su amiga para tomarla por sus hombros y sacudirla—. ¡¿Me perdí de algo?!
—¿Te acuerdas que ayer no podía dormir?
—Sí, que parecía que tenías hormigas en la cama.
—Bueno, por la tarde, ella me fue a buscar.
—¿No estaba con el príncipe Jimin?
—Sí, escucha. La princesa me fue a buscar pero yo estaba enojada con ella, muy tonto de mi parte, pero eso después te lo cuento mejor —suspiró—. La cosa es que me dijo que me quería.
—¿Cómo?
—Me dijo te quiero.
La beta se puso una mano en la boca, más impactada de lo que ya estaba.
—¿Y tú qué hiciste?
—No le pude responder porque la llamaron, desde ahí no hemos hablado.
—Lalisa Manoban, ¿acaso le diste agua de calzón a la princesa?
—¿Yo le di agua de calzon? A lo mejor fue ella quien mandó a que me dieran —se defendió—. No es normal lo mucho que me gusta —murmuró con los brazos cruzados.
—¡Bueno, ya! Tengo un vestido que te quedará hermoso, vamos a vestirte —la beta la empujó hasta su habitación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jennie estaba impaciente.
Caminaba de un lado a otro mientras se mordía la uña del dedo pulgar.
¿De verdad vendría?
Tocaron la puerta sacándole de su crisis.
—Adelante.
Las puertas se abrieron dejando a la omega entrar.
Jennie se le quedó viendo, muy embobada por lo hermosa que lucia.
—¿Princesa Kim?
—Te ves... preciosa —se acercó a la menor—. Me gusta.
La omega se sonrojó, no estaba acostumbrada a recibir alagos que vinieran de personas externas a su familia y amigos.
—Gracias, usted también se ve linda.
—Vamos a sentarnos.
Caminaron hasta la mesa, Jennie se apresuró a ponerle la silla a Lisa para que se sentara y esta dijo un pequeño "gracias" por el gesto.
—Me comentaste la otra vez que te gustaba el tteokbokki, así que mandé a la señora Goeun a hacer el mejor tteokbokki que podrás probar, así que come con confianza.
La omega asintió, llevándose un bocado a la boca.
—¡Oh, Dios mío, está delicioso! —exclamó llevándose una mano a la boca.
Jennie le sonrió mientras comía silenciosamente, feliz porque su plan había ido a la perfección.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
