YoonGi es un príncipe vanir que está listo para dirigir a su especie y luchar contra los vanir corrompidos por el olor y sabor de la sangre humana, vampiros.
Pero una noche loca con hidromiel junto a su amigo y mano derecha Jung Hoseok, termina enco...
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Después de varios minutos, YoonGi y Jimin se encontraban juntos sentados en el gran comedor degustando de una pequeña e improvisada comida debido a que, YoonGi comenzó a tener hambre luego de su tranquilizante ducha.
— Se ve que tenías hambre —se burló Jimin al ver el plato vacío del vanir.
— Ujum —terminó de beber el jugo de naranja—, aunque me llevaban comida no podía pasarla, así que la dejé ahí sin tocarla.
Jimin frunció el ceño y dejó de comer al momento que escuchó esa confesión por parte YoonGi.
— ¿No comías? ¿Por qué?
YoonGi levantó sus hombros restándole importancia al asunto.
— No tenía apetito
— ¿No tenías apetito o estabas tratando de morir? —contraataco Jimin.
— Ambas —respondió como si nada.
Dicha respuesta enfureció a Jimin, él no podía creer que mientras Byeol y él estaban sufriendo porque pasaba algo con YoonGi, este estuviera tomando la peor decisión de su vida, pero trató de calmarse al darse cuenta que YoonGi tal vez no sabía cómo se encontraba su ángel, iba a contarle sobre lo sucedido pero se escucharon unos murmullos a lo lejos y al alzar la vista pudo ver qué esos murmullos venían de los reyes Min que entraban al comedor.
— ¿Hijo? —el llamado con cautela que se escuchó por parte de la señora Min, estremeció a YoonGi, dejando la fruta que estaba comiendo se giró hacia el lugar de donde provenía la voz de su progenitora.
Mi-Suk ahogó un grito de alegría al ver a su hijo con aquel brillo oscuro de su iris normal y la vitalidad que emanaba su aura. Sin esperar más, corrió a abrazarlo, YoonGi se levantó con premura para recibir el cálido abrazo de su madre.
— No puedo creer que haya funcionado —lloraba feliz Mi-Suk—, volviste, me alegro mucho, mi vida
YoonGi acarició la espalda de su madre tratando de calmarla.
— Estoy aquí y estoy bien mamá
La señora Min abrió sus ojos sin soltarse del abrazo que le daba a su hijo y dirigió su vista hacia el chico pelirrojo que se encontraba sentado junto a la silla de su hijo, artículo un sincero "gracias" y una sonrisa llena de amor que enterneció a Jimin, asintiendo en respuesta.
— Si estás comiendo tan tranquilo alrededor de tu pareja, supongo que ya no tienes ganas de sangre humana, ¿verdad? —Kwan Jun preguntó, interrumpiendo el momento madre e hijo, acercándose a ambos.
YoonGi sonrió y asintió.
— Se puede decir que Jimin sabe cómo mantenerme sobre la tierra
Kwan Jun negó divertido por la situación, él era un vanir viejo y sabía que el aura y poder que YoonGi ahora irradiaba era porque había mordido a su pareja, además lo confirmó cuando vio el cuello de Jimin con dos puntos rojizos. Gracias a Ferya por darle una buena visión.
