YoonGi es un príncipe vanir que está listo para dirigir a su especie y luchar contra los vanir corrompidos por el olor y sabor de la sangre humana, vampiros.
Pero una noche loca con hidromiel junto a su amigo y mano derecha Jung Hoseok, termina enco...
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YoonGi se encontraba en la cocina de la casa del lago preparando el desayuno con una sonrisa en su rostro. Sentía una plenitud y satisfacción dentro de su ser que era indescriptible, pero sabía perfectamente que era por vincularse con su pareja destinada.
Todos los vanir lo sentían al estar vinculados y aunque su pareja fuera un humano, se sentía como si fuera una relación vanir-vanir. Anoche después del lago tomaron la ducha caliente y lo volvieron hacer hasta terminar en la cama con Jimin montandolo. Se había convertido en un insaciable y él no podía estar más que satisfecho en complacer esa necesidad de su algodón de azúcar.
Debería estar cansado pero al ser un vanir recién vinculado se sentía como un vanir joven lleno de energía y esto le ayudó mucho cuando en la madrugada Jimin lo despertó mientras le chupaba el pene con entusiasmo, terminar en la boca de Jimin fue el jodido Valhalla pero tener a Jimin sobre sus rodillas con el culo empinado y él tan enterrado profundamente, casi lo mata, y luego tenerlo agarrando la cabecera de la cama fue aún peor.
Todos los recuerdos le estaban causando una erección y el olor a tortillas quemadas lo trajo de vuelta.
— Mierda —exclamó horrorizado al ver la tortilla humeante.
La tiró al lavaplatos y abrió el grifo para tratar de salvar la sartén.
— Creo que toca cambiar el menú —contempló su desastre.
Unos quejidos provenientes dentro de la casa lo alarmó, aunque eran bajos podía escucharlos y esto hizo que su calentura bajara siendo sustituido por el miedo.
— Jimin
Corrió hacia la habitación, entró y vio a Jimin boca abajo envuelto con la sábana blanca mientras se quejaba. Se acercó tan rápido al cuerpo de Jimin para ver lo que sucedía.
— Jimin, bebé, ¿Qué tienes? Despierta, algodón de azúcar
Le tocó la frente y a más de estar sudada no encontró que tuviera fiebre, quitó la sábana para revisar algún golpe o algo que lo molestara tratando de evitar el culo respingón y muy desnudo de su Jimin.
Nada, YoonGi no encontraba nada anormal y no podía llamar a SeokJin, la casa olía a mucho sexo y podría ser que ahorita fuera un poco más territorial con su pareja recién vinculada. Además cuando Jimin estuviera lúcido se moriría de la vergüenza saber que SeokJin estuvo ahí, así que solo lo volteó con mucho cuidado para tenerlo boca arriba y tratar de despertarlo.
Cuando Jimin soltó otro quejido pudo ver el problema, a Jimin le estaban saliendo los colmillos y recuerda muy bien ese dolor. Expulsó el aire retenido y arrastró su cuerpo a la cama llevando consigo el cuerpo de Jimin.
Apoyado en la cabecera de la cama intentó despertarlo con caricias inocentes.
— Vamos, bebé, tienes que despertar para poder ayudarte. Abre tus hermosos ojitos para mí, necesito verlos con ese brillo tan…
