YoonGi es un príncipe vanir que está listo para dirigir a su especie y luchar contra los vanir corrompidos por el olor y sabor de la sangre humana, vampiros.
Pero una noche loca con hidromiel junto a su amigo y mano derecha Jung Hoseok, termina enco...
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— Oh vamos, Jimin
Jimin rodó los ojos con fastidio antes la queja de Taehyung.
— No me pondré el traje, Taehyung
— ¿Por qué? Es elegante, tiene clase y…
— Y no estamos en el pueblo, dudo mucho que YoonGi me quiera elegante. Estoy bien así —se señaló.
— Hoy es una tarde y noche especial y ¿ quieres ir con jeans y una sudadera?
— No le veo lo malo —Jimin hizo una mueca.
Llevaban varios minutos discutiendo, mientras Taehyung quería vestirlo elegante, Jimin quería vestirse cómodo. Sin dejar de verse y sentirse bonito, YoonGi no le había dado ninguna etiqueta para la sorpresa así que, Jimin no lo vio necesario ir tan elegante.
Solo esperaba no equivocarse.
— Yo si lo veo, verás…
Un sonido en la puerta interrumpió a Taehyung, ambos giraron expectantes por saber quién los había interrumpido.
— Adelante —dijo, Jimin.
La puerta se abrió y de esta se pudo ver a Hoseok sonriente.
— Jimin, YoonGi te está esperando en la sala
— ¡¿Qué?! ¡No! Aún no está listo —se exaltó, Taehyung, rebuscando entre la ropa que le había traído a Jimin. Maldiciendo no haber traído más ropa elegante.
Jimin miró suplicante a Hoseok y él entendió, ingresó a la habitación y posó sus manos a ambos lados de Taehyung acariciando de arriba abajo sus brazos.
— Mon amour, creo que Jimin se ve bien. Hasta más elegante que YoonGi —Hoseok besó la mejilla de Taehyung.
Taehyung lo miró con el ceño fruncido.
— ¿De qué hablas?
— Bueno, verás —giró entre sus brazos a Taehyung—, YoonGi lleva una camiseta manga corta, unos pantalones rasgados en la rodilla ambos de color negro y unos botines que por suerte son marrones. Hasta va despeinado.
— ¡No puede ser! —Taehyung le dirigió la mirada a Jimin, quién se sonrojó al instante por la vergüenza. YoonGi iba hogareño y Taehyung casi lo viste como para visitar a un rey, aunque YoonGi prácticamente era un rey—. Son tal para cuál
— Te dije que no debía ir tan elegante —soltó inocente, Jimin.
— Como sea, ya vete que te están esperando abajo —lo despidió, Taehyung.
