De vuelta a 1950 - Zoé

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La decisión más difícil es la que no quieres tomar, es que cuando pasas por mucho para crecer y tomar una iniciativa donde no tengas que lastimar a los que amas, huir no es una opción. Exactamente, la decisión que tuve que elegir era marcharme sin saber nada de Chloé, abandonando a Thiago a su suerte con el monstruo de mi padre.

Desperté en medio de mi habitación, algo diferente, pero estoy segura de que es mi habitación. Aún me duele el cuerpo y siento que la cabeza me va a explotar, no sé en qué momento sentir dolor se volvió algo tan regular en mi vida. Estoy segura de que este tampoco es mi tiempo, sé que vi a mi madre, pensaba en ella cuando desaparecí. «Thiago» pienso cuando intento levantarme, tengo vendaje en mi abdomen y en mis brazos. Me siento en la cama de manera lenta y con mucho dolor, ahogando el grito que me ocasionó el esfuerzo, me pongo de pie, camino hacia la ventana y observo el jardín.

—No lo puedo creer, estoy en casa —dije con un hilo de emoción en mi voz.

Todo estaba igual que antes de viajar en el tiempo. Una sensación extraña me recorre el estómago, «todo esto fue solo un sueño». No puede ser, no estaría herida, así que descarto la idea buscando entender qué pasaba, el aire fresco da en mi cara, escucho el sonido de las aves cantar, observo cuidadores y soy más cautelosa en que no noten mi presencia, estos van vestidos de manera diferente. Hasta que escucho una voz familiar acercándose a ellos.

—Les dije que no era así, si a la portadora le sucede algo, yo haré que sus vidas sean miserables —dijo Lucca. Mis ojos se llenaron de lágrimas, claro que era unos años más joven al que yo recordaba, estaba en el tiempo de mi madre, la iba a poder conocer, no recordaba que Lucca fuera tan severo en los entrenamientos de los cuidadores.

Camino lento alejándome de la ventana para dirigirme a la puerta, necesito abrazar a mi madre, necesito pedirle que me perdone, necesito decirle que debe cuidarse de mi padre, quizá así la pueda tener a ella conmigo en el futuro en lugar del asesino que terminó siendo mi progenitor, necesito advertirle que asesinará a Lucca y a mí solo me quiere utilizar. Necesito decirle muchas cosas cuando la puerta se abre de pronto sin darme oportunidad de salir, entra una chica, con muchos tatuajes, blanca, de mirada oscura y como perdida, lleva perforaciones en su cara y a juzgar por su apariencia me parece alguien del futuro. Me mira y cierra la puerta detrás de ella.

—Sé lo que está pasando por tu cabeza ahora mismo, sé que no me conoces y no tienes ni la más mínima idea de quién soy, y claro que me presentaré, pero por lo pronto debes volver a tu tiempo —dijo esta chica con una voz tan autoritaria y calmada.

—Esta historia ya la he escuchado antes.

—Ignoraste a tu cuidador y ocasionaste un desastre Zoé Montana, eres una líder y yo soy una cuidadora del linaje original del principio de los tiempos, me llamo Amalur, a tus servicios —concluyó.

—¿Entonces? Lo que tú dices es que debo volver a mi tiempo o al futuro, porque ya no sé qué esperan o que quieren de mí. —Camino a sentarme en la cama porque el abdomen me estaba doliendo de manera sorprendente.

—Sí, debes volver a 1950, en primer lugar, no debiste irte de tu tiempo, eres una portadora Alpha y lo que espera el mundo de ti, la orden de ti es una expectativa bastante alta —dijo acercándose un poco más a mí.

—¿Orden?, ¿ahora de qué año vienes tú? —pregunto poniendo los ojos en blanco— ¿Y qué demonios es ser una portadora Alpha?

—Tu cuidadora es Samantha y ella tiene la información necesaria para ti Zoé Montana, pero no puedes hablar con nadie aquí, debes irte, no puedes cambiar el pasado...

—Claro que puedo —la interrumpí—, puedo impedir que ese hombre al que tantos años respete, al que me dejaron a su cuidado, al que le digo padre, simplemente no asesine a mi madre y a las personas que amo, puedo evitar muchas cosas justo ahora, justo aquí —respondo.

Tú y Yo a Través del Tiempo, un Futuro FracturadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora