Recuerdos - Chloé

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Verla llegar, soltar toda la información de golpe, sin saber que una vez más nos dejó, y que ahora vuelve y culpa a mi mejor amiga de todo esto, estoy segura de que no es así, por eso dejé la sala en cuanto ella termino de dar las razones por la cual culpaba a Aurora, y si, no puedo negar que tenía sentido, pero aun así era inevitable no sentirme confundida y con rabia. Caminé con prisa hasta llegar al único lugar de aquí donde se podían ver las estrellas, recién estaba cayendo la noche así que el cielo estaba nublado y se apreciaba el atardecer, uno que ya tenía mucho tiempo sin mirar.

Esto solo me invadió de recuerdos, que me llevaron a una brisa fresca de la tarde, y Aurora agarrada a mi cintura, estaba manejando la moto que le había regalado su madre y se nos hacía tan tarde que yo en lugar de ir a su casa, nos llevé a una montaña alejada de todos.

—¿Por qué estamos aquí? —preguntó ella.

—Solo quería ver el atardecer, hace mucho que no lo hacía, sabes mi padre...

—Es un controlador —dijo riendo y yo asentí.

Mi padre nos había tenido en entrenamientos fuertes, no faltaba mucho para que me pudieran ascender a teniente y él estaba más ilusionado que yo de hacer eso, así que me exigía mucho más de lo que ameritaba.

—Siempre me ha gustado este tipo de cosas —le dije a Aurora mientras nos sentábamos.

—Por algo querías ser fotógrafa, ustedes ven una cosas bella donde muchos vemos lo cotidiano —dijo y se tumbó—, debiste hacerlo.

—¿Qué cosa? —pregunté mirándola y ella sonrió.

—Eso de tomar fotografías, debiste hacerlo aun cuando te dijeron que no, hacerlo igual así solo hubiese sido para tener un pasatiempo.

Fue lo último que dijo y miramos el sol cayendo y los colores que producía el atardecer, el sonido de las aves que cantaban de un lugar a otro. Buscando sus nidos para irse a casa, al igual que hice yo, ella que se había quedado dormida. Le di con la mano en el muslo y se sobresaltó tanto que no pude evitar reírme.

—¿Podemos hablar? —la voz de Zoé me sacó de mis pensamientos.

—¿Tu dirás? —respondí.

—¿Cómo te sientes? —preguntó acercándose.

—De todas las maneras de iniciar una conversación conmigo esta es la peor pregunta que me has hecho —respondí molesta.

—Se que estas molesta, yo también lo estaría si la situación fuera al revés y fuera Lauris.

—¿Sí? —pregunté sarcástica—, no creo que sería igual, hicieras lo inimaginable por entenderla, porque es tu amiga, pero Aurora no es lo que tu piensas que es, ella no puede ser el monstruo que tú dices —grité molesta.

Nadie mejor que yo conocía a Aurora, habíamos pasado muchas cosas juntas, y si quizá no era de charlar con todos, ni ser el alma en una fiesta, pero conmigo ella era diferente, era la hermana que nunca tuve, eso Zoé jamás lo llegaría entender, ella es tan importante para mí que podría decir que incluso más que Zoé. Ella estuvo en mis momentos más triste, de rabia y demás, es inimaginable los momentos en los que ella fue mi compañera de silencio, incluso cuando teníamos guardia y a ella no le tocaba, pero se privaba del sueño por estar conmigo.

—Se qué crees eso, pero si no estoy equivocada debemos detenerla, porque entonces ella es la asesina de...—Se quedó callada mirándome fijo y por supuesto que lo entendí.

—La asesina de mi madre..., pero ella no es lo que ustedes creen no haría eso jamás —respondí en voz baja.

Entendí que, de ser cierto, ella asesinó a mi madre y estaba en medio de la espada y la pared, porque Aurora se la llevaba bien con ella y no había motivos, aunque cuando estás en la busca del poder quien se atraviese en tu camino no es más que un peón y aunque Zoé si me hizo dudar, no habría motivos para sacar a mi madre de la ecuación, Thiago era un blanco más fácil porque era el que más estaba involucrado con todo el movimiento.

Tú y Yo a Través del Tiempo, un Futuro FracturadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora