Capítulo 5

211 9 2
                                    

Una tarde Neil nos escribió a mi y a Teddy anunciando que no podría asistir a clases por un resfriado que había pescado la noche anterior, no era muy propio de él, así que quedaba creerle o suponer que se había puesto a beber mientras oía música y se le pasaron las copas, como ya había ocurrido en otras ocasiones.

—Ya le he dicho que si sabe que tiene clases al día siguiente que no tome nada, pero él nunca hace caso -refunfuñaba Teddy cuando salíamos de la última clase del día.

Entonces recordé algo importante, sonreí y tomé a Teddy del cuello de su Jersey.

—Mi querido Ted, acabo de recordar que tú y yo tenemos un asunto pendiente. -le anuncié como si fuera satanás que regresaba a cobrar un alma.

Él primero palideció y luego su rostro se encendió en un intenso rojo. —Oh cierto, ni siquiera me acordaba -se disculpó nervioso. —Podemos ir a mi apartamento, allí estaremos cómodos y tendremos privacidad.

Sabía porqué lo decía, la última vez que Teddy había estado en mi apartamento, Bruno lo examinó de pies a cabeza y le hacía constantes preguntas, todo porque él era nueve años  mayor que yo, cinco años mayor que Neil y este último me llevaba cuatro años. Desde entonces no habían querido pisar mi apartamento otra vez.
Una vez en el apartamento de Teddy, este preparó dos copas junto a una botella de vino «esto me dará valor» dijo. Tomamos asiento en su salita de estar, el apartamento de Teddy tenía un aspecto muy clásico, estantes de roble llenos de libros, mesas con manteles bordados, alfombras al estilo persa y sillones antiguos, pero increíblemente cómodos; ya cuando se sintió cómodo tomo aire y comenzó.

—Sucedió hace unos siete años más o menos, me había ido de vacaciones con mi familia a la playa, no recuerdo muy bien dónde, siendo honesto, pero lo que si recuerdo es a una hermosa chica que conocí allá, para aquel entonces yo tenía unos veinticinco años y ella apenas rozaba los veintidós, era una chica preciosa, nos enamoramos al instante, pasábamos casi todos los días juntos, íbamos por helados, a bailar y hacíamos largas caminatas a la orilla de la playa mientras conversabamos... -contaba con ojos brillantes.

Teddy era un ser dulce y tierno, yo le oía con mucha atención, pues cuando contaba historias, lo hacía con pasión.

—La noche antes de que mi familia y yo tuviéramos que regresar, nos pusimos de acuerdo para vernos y apreciar las estrellas juntos una última  vez... -se detuvo, le dió un buen sorbo a su copa y se aclaró la garganta. —Antes de proseguir tienes que saber algo, para ese momento yo seguía... Bueno... Ya sabes... No había estado con ninguna chica... -soltó avergonzado.

«¿¡QUE!?»

Por supuesto que estaba impactada, pero  no iba a juzgarlo, me parecía tierno, así que no dije nada, solo lo tomé de una mano y le sonreí para tranquilizarlo, Teddy acostumbraba la mayoría de las veces a usar camisa con una pajarita, soltó la pajarita colocándola sobre la mesa y se desabrochó los primeros tres botones de la camisa,entonces estando un poco más cómodo continuó.

—Esa noche hablamos por horas hasta que simplemente nos quedamos en silencio, mirándonos el uno al otro, nos comenzamos a besar y las cosas se calentaron poco a poco, ella tenía puesto un ligero vestido color blanco adornado de pequeñas flores azules, yo metí mi mano debajo de este y arranqué sus bragas con tal pasión, no supe que se había apoderado de mi, pero sabía que quería que fuera mía, ella bajó mis bermudas junto con mi ropa interior y entonces entré en ella uniendonos apasionadamente, fundiendo nuestros cuerpos, entonces... Entonces ocurrió lo peor, la cosa por la que Neil a veces se ríe -gruñó. —Ella... Yo estaba tan feliz y tan entregado en ese momento hasta que ella simplemente soltó el nombre de otro y lo hizo repetidas veces, por supuesto no pude seguir, ni siquiera pude acercarme a acabar, así que solo me aparté, la miré furioso y le dije: «De haber sabido que cualquiera podía estar entre tus piernas, no te habría mirando en primer lugar» y me fui, por supuesto, estaba herido, demasiado herido, sobre todo porque era mi primera vez y, lo peor es que no he podido estar con nadie desde entonces...

Mi corazón se arrugó, debía sentirse horrible querer tanto estar con alguien, pero que esa persona solo piense en alguien más.

«Estúpida, esa eres tú con el pobre Bruno» -me gritó una vocesita internamente.

Teddy no decía más nada, solo se bebía su copa, la terminó y la rellenó dos veces, con las mejillas aún llenas de rubor, miraba a la nada, suponía que debía sentirse un poco avergonzado e incluso molesto al recordar eso, yo le tomé la mano y le sonreí.

—Seguro aparecerá alguien Ted -intenté darle ánimo.

Él tosió, pues había tragado mal cuando le dije eso, enrojeció aún más y añadió. —Mack, intenté una vez y... Bueno... No reaccionó... Es como si estuviera bloqueado -soltó frustrado.

Me sentí peor, pero lo entendía totalmente, me sucedía eso cuando intentaba estar con Bruno, pero creo que era porque él estaba tan enlazado con mi pasado, que me llevaba a pensar en él. Me terminé  la copa que tenía servida para mi, la rellené y le di un buen trago. Entonces, impulsada por mi estupidez, el valor y el calor que me proporcionaba el alcohol, hice algo que no debía. Me levanté y me senté en el regazo de Teddy.

—¿Mack? -me miró entre confundido y asustado.

—Teddy, yo estoy igual que tú, no he podido hacer nada con Bruno, ya hemos intentado, pero llegado el momento me bloqueo y... Me gustaría saber si entre nosotros, que nos tenemos confianza y somos relativamente nuevos en nuestras vidas... Podríamos resolver el problema. -me cuestioné.

Él negó levemente. —Mack, no creo que sea buena idea, es que... Agh... Eres linda -me acarició la mejilla. —Pero soy mayor que tu y... -lo callé colocando un dedo sobre sus labios.

—Que seas mayor es el menor de mis problemas... Solo... No importa, ya nada importa, olvidemonos del mundo y solo concentremonos en el ahora.

Sin pensarlo más, lo tomé de la nuca y lo acerqué a mi uniendo nuestros labios, al principio, ninguno de los dos hizo mayor movimiento, pero los segundos pasaron y poco a poco fuimos moviendo nuestros labios, no me había fijado que mis manos no se habían apartado de la nuca de Teddy y que las suyas ni siquiera me habían tocado hasta que sentí como las apoyaba en mi cintura, por mi parte, bajé mis manos a los hombros de él. Comenzamos besándonos lento, con ternura incluso, tímidos entre nosotros, pues no nos habíamos visto más que como amigos.

Teddy separó nuestras bocas luego de un rato.—Mack, estamos a tiempo de parar, si seguimos, no sé si...

—Sshhh -lo silencié. —La idea es poder seguir...

Entonces él me miró directamente a los ojos y entendió que yo necesitaba esto tanto como él, nos habíamos cerrado a poder sentir físicamente y a dejarnos llevar por algo que nos tenía atados a nuestro pasado y era momento de averiguar si juntos podíamos superar aquello.
Unió nuestros labios nuevamente y esta vez el agarre en mi cintura se volvió más fuerte, al igual que el beso más profundo.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

El próximo capítulo no es apto para sensibles, léelo bajo precaución, QUE NO TE DESCUBRA TU MADRE/PADRE/ABUELITA/LO QUE SEA.

Teddy y Mack están a punto de afianzar la amistad.

Arriésgate Por Mí |#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora