Capitulo 6 [+18 Light]

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El beso se había vuelto no solo profundo, sino también un poco salvaje, Teddy me tomó por los muslos y me levantó, con una mano apartó lo que había sobre la mesa haciéndolo a un lado y me sentó en el borde de esta, agarró la botella de vino y le dió un buen trago, entonces me extendió la botella e hice lo mismo, la incliné y bebí, bebí y bebí, dispuesta a tratar de no recordar lo que estaba por suceder. La botella quedó vacía y ahora se encontraba en el suelo junto a las copas, (estás estaban intactas por puro milagro).
Nos besábamos como si fuera la primera vez que lo hacíamos, un poco torpe, pero con urgencia, mis piernas apretaban las caderas de Teddy manteniéndolo cerca, sus manos paseaban por mis costados y las mías sobre su pecho entonces, uno por uno, fui desabrochando los botones de su camisa hasta dejarlo descubierto, no era alguien atlético, pero era bastante fornido.

-Esto si es una sorpresa, jamás creí que hubiera algo así debajo de la pajarita y la camisa -dije observando su cuerpo un poco asombrada.

Las mejillas de Teddy se encendieron en rubor, no dijo nada, su respuesta fue levantar mi blusa y sacarla dejándome descubierta, yo aparté la mirada avergonzada, pero él me tomó de la barbilla y volvió a besarme.
Continuamos así, él de pie entre mis piernas y yo sentada en la mesa paseando mis manos por sus hombros y su pecho, luego, siendo un poco atrevida, baje mi mano por su abdomen hasta llegar al borde de sus pantalones, velozmente Teddy me agarró de la muñeca deteniendome.

-Todavia no... -negó.

Me tomó de nuevo por las piernas levantándome y sin dejar de besarme el cuello caminó hasta su habitación, me depositó sobre la cama y comenzó a desabrochar mis jeans para luego retirarlos y así quedar descubierta casi en su totalidad ante él, observó mi cuerpo detalladamente mordiéndose el labio, una interrogante cruzó sus ojos, pude notarlo.

-¿Sucede algo? -pregunté nerviosa.

Él comenzó a desabrochar su pantalón. -Si cruzamos esta línea... ¿Seguiremos siendo amigos? -preguntó con la voz ronca, pero notaba que estaba preocupado.

Yo asentí, por supuesto que seguiríamos siendo amigos, pues, ni siquiera había logrado una relación estable con Bruno a estas alturas, no podría enamorarme de alguien más así como así.
El asintió y quedó solo en bóxer, ahora ambos estábamos en ropa interior, él se recostó a mi lado, acarició mi mejilla y seguimos besándonos, pero esta vez bajó su mano a mi pecho y masajeo ambos dando apretones suaves, pero se sentían bien, nuestras respiraciones ya estaban agitadas al igual que nuestros corazones, el ambiente estaba cargado, nuestro cuerpos habían subido de temperatura.
Teddy pasó de besarme los labios a mi mejilla y luego a mi cuello, entonces aproveché y bajé mi mano para acariciarlo por encima de la tela, ante este repentino contacto me mordió el cuello haciéndome jadear por la sorpresa, seguí acariciándolo y pude sentir como poco a poco se endurecía, sin previo aviso él bajó su mano y la metió en mis bragas para acariciarme, su contacto era preciso, no era rudo, ni era suave, era satisfactorio, arqueé mi espalda disfrutando de esta sensación, mientras yo aparté la tela de su boxer y comencé a acariciarlo directamente, primero fui cuidadosa, pero así como él fue aumentando el ritmo de su mano yo aumenté el mío.

Ambos jadeabamos y gemiamos disfrutando de las sensaciones, entonces, lo miré a los ojos y lo dejé salir.

-Teddy... -gemí disfrutando de como sus dedos me frotaban y uno entraba intruso.

Entonces, algo se apoderó de él, entrando en una especie de estado de frenesí, se incorporó, me bajó las bragas por completo y se posicionó entre mis piernas, tomó su miembro, el cuál estaba bastante duro y rozó mi entrada varias veces, yo arqueaba la espalda ante sensación tan deliciosa.

Desde que estaba con Bruno no me había sentido así de relajada, de despreocupada, solo quería sentirlo dentro de mí, moví mis caderas inconscientemente queriendo incrementar la sensación, entonces nuestras miradas se encontraron.

Teddy se puso sobre mi, me besó y me susurró al oído. -Mack, está sería tu primera vez teniendo a alguien dentro... ¿Estás totalmente segura de querer hacer esto? -preguntó.

Yo no dije nada, porque verdaderamente no conocía la respuesta, sí quería hacerlo, lo deseaba, pero no estaba segura, mi silencio debió ser revelador, porque lo siguiente que hizo Teddy fue unir nuestro labios, tomarme de las caderas y frotarse con mi entrada, provocando una fricción que nos volvía locos hasta que ambos llegamos al climax.

Mi abdomen había sido bañado de ese particular y delicioso líquido blanco, sorprendentemente era bastante.

-Te has guardado mucho tiempo Teddy -reí.

Él avergonzado acomodó su boxer, buscó toallas de papel y de forma ceremoniosa limpió su desastre de mi cuerpo.

-Mi nombre es Taddeus... -comentó repentinamente.

-¿Qué? -pregunté apoyándome sobre mis codos para verlo.

Al terminar de limpiarme, me colocó mis bragas, se acercó de nuevo a mi y me dió un beso en la frente.

-Taddeus, ese es mi nombre, Neil me bautizó Teddy cuando nos conocimos, nunca me molestó así que no hice mayor esfuerzo por corregirlo, no te lo había comentado, pero tomando en cuenta la situación, lo justo sería que sepas mi nombre real ¿No? -se rió con sus mejillas rosadas.

Yo le tomé la mano y le di un apretón. -Mucho gusto Taddeus, soy Elisa.

-Elisa... Que bello nombre -halagó, se dejó caer de espaldas y suspiró. -Gracias, por cierto... Te juro que creí que era impotente y tendría que estar solo el resto de mi vida.

Yo apoyé mi barbilla sobre su pecho para verle a la cara. -Yo te agradezco por confiar, también necesitaba saber que podía, tu solo necesitabas confiar y yo necesitaba a alguien que me trajera al presente, que me hiciera vivir el ahora...

Él esbozó una sonrisa brillante y me abrazó. Teddy y yo estábamos ahí pasando un buen rato hablando, aún en ropa interior, cuando fuimos interrumpidos por la sorpresiva presencia de una persona ajena.

-¿PERO QUÉ CARAJOS ESTÁ SUCEDIENDO AQUÍ? -gritó una voz que luego se desarmó en una tos seca.

«Oh no, estamos muertos»

Arriésgate Por Mí |#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora