Capítulo 11

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Al despertar pude sentir el peso de dos brazos sobre mi, Neil y Teddy estaban a ambos lados abrazándome, como si me protegieran de ser secuestrada. Me solté del agarre de ambos y salí de la cama, pero al ponerme de pie un mareo intenso me invadió y sentí un dolor agudo en la cabeza, no recordaba nada de lo ocurrido la noche anterior, pero a juzgar por la carencia de nuestra vestimenta, habíamos hecho cosas de las que no valía la pena arrepentirse, me puse la camisa de Neil y salí a la cocina para preparar café.

Como si se tratara de un levanta muertos, el olor a café atrajo a mis dos amigos, ambos se habían colocado sus pantalones y habían salido hasta la sala de estar descalzos.

—Buenos días chicos -saludé ofreciéndoles una taza de café a cada uno.

Ambos las tomaron y solo después de darles un buen sorbo contestaron mi saludo con cariño, yo tomé asiento en un sillón y los miré.

—Asi que... ¿Algunos me podría decir qué pasó anoche? -pregunté con un tono avergonzado y resignado.

La respuesta más inmediata que recibí me indignó, Teddy comenzó a toser y Neil había regresado el café con violencia para comenzar a reír como un loco, ambos se estaban riendo.

—¡Oigan! Esto no es gracioso, no recuerdo que pasó anoche, me gustaría saber con cuál de los dos pasó algo o si fue con ambos... -mis mejillas se enrojecieron ante tal idea.

Teddy y Neil se miraron, luego dirigieron su mirada hacia mi, el primero en hablar fue Teddy.

—Verás, anoche si estábamos bastante emocionados con el momento, nos estábamos dejando llevar, pero a ti se te pasó por la cabeza la maravillosa idea de tendernos una trampa.

Yo fruncí el ceño confundida. —¿A qué te refieres?

Neil intervino. —Anoche hiciste que nos besaramos los tres al mismo tiempo, pero cuando nos viste emocionados simplemente te recostaste y nos dejaste allí besándonos a nosotros dos, no nos dimos cuenta hasta que comenzaste a reírte como una desquiciada... -se rascó la nuca incómodo ante el recuerdo.

—Y luego de eso te desvaneciste quedando prácticamente inconsciente, entonces decidimos acostarnos a dormir. -finalizó Teddy. —Claro, no sin antes lavarnos los dientes con una crisis de macho...

Yo dejé la taza sobre la mesita de centro y me cubrí el rostro llena de vergüenza.

«Una noche de alcohol y locura con dos chicos en los que confío y ni eso pude hacer bien» -pensé con diversión, un poco de frustración pero al mismo tiempo con algo de alivio.

—Oye... -Teddy se sentó a mi lado y me rodeó los hombros con un brazo. —No te sientas mal, mira el lado positivo, no es nada de lo que vayamos a arrepentirnos.

Neil tomó asiento a mi otro lado y colocó una mano en mi rodilla. —Y confirmamos que no somos homosexuales... -dijo casualmente, Teddy le golpeó la cabeza pronunciando un "oye" lleno de reproche. —¿Qué? Es cierto, todo el mundo creía que tú y yo eramos pareja, incluso yo comencé a dudar, pero, aunque besas muy bien no te veo con esos ojos.

Este intercambio entre ambos me causó mucha risa. —Chicos, al menos esto no escaló a más... Pero procuremos que lo de anoche quede totalmente entre nosotros.

Ambos extendieron sus meñiques y los tres hicimos la Pinky Promise.

Ese día, luego de una buena ducha y apreciar las habilidades culinarias de Neil, nos entretuvimos jugando "Quién mejora la historia" hasta que Bruno me llamó, nos despedimos y me fui.

El silencio en el auto con Bruno era un poco tenso, yo voltee a verlo, se encontraba pensativo. Yo solo me quedé observándolo largo rato hasta que me observó por el rabillo del ojo y sonrió.

—¿Sucede algo?, ¿Algún mono en mi cara? -preguntó divertido.

Yo solo reí y le di un golpe suave en el hombro, Bruno era increíble, era divertido, era cariñoso, amoroso, apasionado y en verdad quería intentarlo con él, había metido la pata ya varias veces (incluyendo la noche anterior), no podía volver a hacerle eso.

—Nada, solo veo lo guapo que eres -él dije devolviendo mi mirada al camino.

.................

Apenas pasó una semana y solo en esa semana presentamos exámenes finales, entregamos trabajos y defendimos proyectos; Teddy ya tenía una barba de varios días además de que  bostezaba sin parar y Neil y yo prácticamente temblabamos por la sobredosis de café que teníamos y la falta de sueño, pero a pesar de eso estábamos felices, habíamos aprobado todo y ya no quedaba mas que preparar los detalles de la graduación.
Mientras la decano explicaba lo que se haría y como se llevaría a cabo, Teddy tomaba nota, yo prestaba atención a medias y Neil simplemente cabeceaba o se dormía sobre mi hombro, la graduación sería dentro de un mes. Al final del día los tres nos despedimos, al llegar a casa me arrojé sobre la cama y allí me desvanecí, luego de una semana intensa de exámenes y exposiciones me encontraba increíblemente exhausta y lo único que pude hacer fue dormir. 

A la mañana siguiente, o mejor dicho al mediodía, todos me esperaban ansiosos en el comedor, ya los exámenes habían acabado, por fin nos podíamos teunir todos, incluso Lucas había regresado para estar con Dani y Bruno había hecho de lado su instinto dejando que Neil y Teddy se unieran, ese día preparamos un delicoso almuerzo celebrando el final de la carrera y la espera de la graduación.

Todo iba bien entre risas, bromas y buena conversación, pero había algo que me inquietaba y no era tener a Teddy y a Neil cerca, pues lo que habíamos hecho había quedado como si hubiera sido cosa de un sueño, lo que me tenía intrigada e inquieta era que Denis, Gia y Dani no dejaban de mirarme con ojos tensos, pero lo atribuir al hecho de que yo decidí seguir con Bruno a pesar de todo... Supuse que sería eso.

Robert PDV

La ansiedad crecía con cada día que pasaba, observaba mis maletas una y otra vez queriendo llenarlas, pero debido a compromisos que no podía reprogramar, tuve que aplazar el viaje un mes más , esto me tenía con los nervios a flor de piel, sí quería ver a Denis, pero deseaba ver a Mack, quería hacerle frente, que me dijera cara a cara que ya no quería nada conmigo, que ya no me recordaba.

—Tienes que relajarte, Rob, necesitas vacaciones para alejarte del trabajo y despejar tu mente, sé que el viaje a Nueva York es por ella, pero deberías aprovechar de tomarlo como vacaciones -sugirió Jack.

Ese día me había ido temprano a su oficina, sin embargo no hablamos mucho, todo lo que hice fue tomar un boli y clicarlo hasta que quebré la paciencia de mi mejor amigo provocando que me lanzara una goma de borrar.

Él no estaba indiferente a mi situación, la entendía y me apoyaba, pero cuando lograba poner su paciencia al límite me decía: "Rob, si tú me desequilibras a mí, entonces no podré ayudarte a mantenerte calmado".

Si sintiera la magnitud de la ansiedad que yo tenía por dentro, se sentiría ahogado. Muchas veces me miraba al espejo y pensaba "Qué patético", un hombre de mi edad no debía sentirse así por una joven, pero ahí estaba, extrañandola, deseando volver a verla o al menos que me rompiera el corazón no solo con sus palabras, sino también con su voz.

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Lo sé, lo sé, me tardé una eternidad, pero aquí estoy, las clases me mantienen algo ocupada, por eso he tardado, pero prometo que la historia sí continuará y tendrá su final. También intentaré acabarla más rápido de lo que tardé escribiendo "Tentemos a la Suerte".

Por favor, no olviden votar, compartir y comentar, leer sus comentarios me anima a seguir.

Con cariño,

MaFer🔥

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⏰ Última actualización: Oct 26 ⏰

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