Atrás Satanás

capítulo 3

Que bien se siente al cambiar de cuerpo… Es una sensación
de liberación, ¡Al fin puedo mostrarle al mundo mi verdadero
ser y no un jabalí toda mi vida!
Por donde empezar… No me tengo que meter en problemas
si acabo de despertar. Tengo demasiada hambre, no me
aguanto más.
Dejo que mis sentidos hagan lo suyo, mi olfato tenía un
gusto muy bueno, se me hacía familiar. ¡Claro! Era el olor del
mítico humano, además, había más de 300. ¡Eso es un
manjar!
Mi sentido de la vista veía a dos mujeres caminando, eran
jóvenes. Su piel era lo que más relucía. Mis instintos
rápidamente actuaron, salté sobre una de ellas, no podía
calmarme e idear un plan. Empecé por la cabeza, mi sentido
del tacto atacó, hacía tiempo que no lloraba, se sentía tan
bien… La sensación de comer algo tan delicioso, es una de
las maravillas del vivir.
Su amiga estaba más pálida que antes, no se podía mover,
estaba tan aterrada. Ah… Me encanta esa expresión, siento
una gran excitación por el temor…
A lo lejos una silueta me sorprendió, se dirigía muy rápido
hacia mi, mis reflejos eran demasiado buenos, no me
preocupaba. Esquivé rápidamente el golpe mortal. Pero
estaba comiendo, eso me cabreó mucho. Me interrumpió,
eso es una falta de respeto. Imperdonable…
-¡Quién coño te crees para cortarme el rollo, que yo también
tengo mi vida y quiero disfrutarla!
-Dime, ¿lo hiciste?
-¿Hacer el qué, eh?
-¿Tú lo mataste?
Ah, aquel señor, sí. Fue una sensación maravillosa para
alguien tan insignificante y común… Me estremezco cada
vez que lo recuerdo.
-¡No debiste hacer eso!
Repentinamente, mis ojos fueron testigo de un montón de
chispas cubriendo todo su cuerpo, tenían un aura de
repulsión, una ira sin control. La furia había tomado el
control de ese chico, ¡Pero que sea fuerte me calienta aún
más! Nada en este mundo me provoca más que comer y
pelear, es algo fantástico, deslumbrante.
No me importa nadie más, solo me importo yo. Si alguien
muere delante mío, solo me reiré y, si por casualidad me da
hambre, un alimento más para satisfacerme. Me da
absolutamente igual si es compañero o amigo de infancia.
Mis deseos más intensos son más valiosos.
Sin embargo, estos poderes me resultan familiares… En fin,
si no me acuerdo, solo será alguien miserable.
Ya recuperé toda mi energía, estoy como nuevo. El solo será
un nuevo juguete donde pueda usarlo y tirarlo, no merece la
pena. Pero mientras siga vivo, causará problemas. Ahora que
estoy motivado, tengo que afilar mis garras y alumbrarlo
hasta que llegue al clímax…
Sin hacer estiramientos, pego un gran salto y me dirijo hacia
él, tengo mis garras bien afiladas, aunque lleve un gran
tiempo sin usarlas.
Parece que él va a atacar, debo mantenerme alerta, podría
tener algo debajo de la manga. Tampoco voy a confiarme ni
subestimarlo, parece pequeño pero a lo mejor es peligroso.