Ostia, no pensé que este crío fuera tan fuerte. Tengo el
fuerte presentimiento de que ya lo conocía de antes, quiero
olvidarlo pero no puedo dejar de darle vueltas a la cabeza.
No me preocupa, soy un ser perfecto e inmortal, sea quien sea, ¡no me podrá derrotar! Que bueno soy… Me cuesta
regenerarme pero ese sigue tirado en el suelo, si está
indefenso voy a rematarlo, no voy a confiarme.
-¿Te cuento algo?
-¿¡Eh!? ¿¡Cómo puedes hablar después del colador que te
hice!? ¡Imposible!
-¿Sabías que la oscuridad es lo contrario de la luz? Me
explico, quizás el destino ha hecho que nos enfrentemos y
me ha dado la oportunidad de ganar.
-No te creas la gran cosa por ser de ciencias, yo, Azael, ¡no
puedo ser derrotado por un don nadie!
-La luz no puede escapar de los agujeros negros.
-¿Qué me quieres decir con eso?
-Tú ya estás muerto.
-¿Y sabías que yo soy completamente inmortal? ¡JA JA JA!
-Y como digo yo, tú ya estás muerto, todo ser inmortal tiene
un punto débil. El tuyo se ha visto desde que llegaste.
-¿¡Qué!?
Él me señala, no sé que estará haciendo. No me preocupa ya
que todo lo que haga el va a ser inútil, parece que no se da
cuenta que soy eterno.
Preparo mi siguiente ataque, es incluso más poderoso que el
anterior. Necesito comer para recuperar mi energía, pero
con esto sobra. Me acerco hacia él, no está muy preocupado
que digamos, ¿¡Por qué ni se inmuta!? ¿¡Capaz que será
verdad que realmente, el gran Azael, está derrotado!?
Consigo disparar pero entre todas las cosas, había fallado.
Era mi perdición. ¿Esto es lo que los humanos llaman miedo?
Gran Azael, mira detrás tuya, sabrás quien soy.
-No serás…
Y era el que pensaba, era Bentameleón, al que más
disfrutaba verlo llorar. Que recuerdos, ahora al saber que
hace, siempre fue un perdedor y un blanco perfecto para
abusar. Miro detrás mío, había cuatro bolas de fuego que
cada una impacta sobre mi, no pude esquivar ese ataque,
mis reflejos eran inútiles ante esa velocidad, quizás me
confíe. Jugó con mi mente, tanto para hacerme causar
miedo. Yo, un ser sin sentimientos, no puedo sentir temor…
Tal vez es verdad que tengo puntos débiles, no me puedo
regenerar tan rápido, ese es el primero… No siento ningún
tipo de dolor, solo me causa respeto no volver a comer más
delicias en mi vida o excitación del sufrimiento. Mi vida fue
muy buena, no me arrepiento… Quien iba a pensar que el
desgraciado más débil me iba a matar. Que asco.
-Perdiste por una razón demasiado fácil, una simple razón.
Te confiaste, eso fue tu ruina. Después de un ataque,
tardabas mucho en hacer otro. Vete a lo peor del infierno.
-¡JA! ya soy un demonio, voy a ir al infierno igualmente. No
necesito compasiones, ni te emociones. No me arrepiento
de lo que le hice a ese bicho que tienes dentro. Me pongo
con tan solo pensarlo. Solo me lamento de no poder comer
más o hacer lo que me apetezca. Tienes mucha suerte de ser
humano, puedes vivir tranquilo.
-Eres un cabrón con mucha jeta, mejor desvanecete y cierra
el pico, no hables más de lo que debes.
-Tranquilo, no voy a hablar más.
ESTÁS LEYENDO
Atrás Satanás
Fantasy¡¡AVISO!! ESTO ES UNA HISTORIA QUE HICE EN EL COLEGIO PARA UN TRABAJO. OBVIO QUE NO ME REPRESENTA EN LA ACTUALIDAD. (te amo profesor que se tragó 20 páginas d esto JAJAJANAN) El de la portada es Joshua, se que a mí yo de 13 años le iba a gustar e...